Siempre he tenido un inmenso respeto por los hombres creativos porque somos una especie en peligro de extinción. Y no es que me las de de muy muy, simplemente es que somos los que movemos al mundo y los que creamos conciencia de las cosas que ocurren a lo largo y ancho de este mundo y sus alrededores.
Debo señalar también con mucho respeto, que me solidarizo siempre y lo seguiré haciendo con aquellos que han tenido la desgracia de perder a un ser querido en manos de la delincuencia. A Javier Sicilia lo admiro y lo respeto por el dolor tan inmenso de haber perdido a su hijo, y aún así se ha dedicado a realizar movilizaciones por la justicia, esa entelequia a la que siempre acudimos cuando de justificar actos o buscar alegatos legales y legaloides se trata.
El señor Sicilia sabe muy bien el dolor que tienen que aguantar las familias mutiladas por la desgracia y la violencia mendiga que nos cargamos los mexicanos. Ha sido un hombre consecuente con lo que cree y hace lo que considera tiene y debe realizar para que su voz y la de los dolientes se oiga más fuerte y por todos los rincones de este mundo. Ahora levanta nuevamente la voz para señalar su preocupación por la forma en que se realiza el movimiento social creado para reclamar la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, ya que ha concentrado casi toda la atención gubernamental y la de los propios medios de comunicación, y cuya petición es la aparición con vida de los estudiantes, lo que se antoja difícil e imposible de cumplir.
Tiene mucha razón el señor Sicilia, y la tiene por una simple y sencilla circunstancia: a la fecha hay mas de 23 mil desaparecidos, cerca de 160 mil muertes violentas y medio millón de desplazados. Y no es que el señor Sicilia sea catastrófico, simplemente es que la manipulación que sufren los padres de los normalistas desaparecidos los hace recorrer mundo para seguir sembrando su zozobra y dolor entre aquellos mexicanos y extranjeros que se solidarizan con su dolor. Aunque también hay que decir que muchos mexicanos abominan la forma en que llevan su movimiento por el daño que causan en las grandes ciudades, esas que paralizan y mantienen como rehenes, aunque el señor Mancera diga lo contrario.
Dice el respetable señor Sicilia que a la fecha hay más de ciento sesenta mil seres humanos que han muerto de forma violenta, y tiene toda la boca llena de razón. También dijo que más de quinientos mil mexicanos han sido desplazados por la violencia, y por eso no entiende que haya quienes sigan insistiendo en buscar a cuarenta y tres muchachos, a quienes se tiene que buscar, pero que hay más desaparecidos a quienes nadie hasta el momento ha ayudado para regresar a sus casas. El señor Sicilia dice bien, claro y fuerte, y los mexicanos tenemos que seguir manteniendo la lucha por la recuperación de nuestro estado de derecho. He dicho bien, fuerte y claro. Vale. This email address is being protected from spambots. You need JavaScript enabled to view it.