Primeras Damas

SINGLADURA

Recién la semana que terminó me topé un par de historias relacionadas con las primeras damas –así se las llama- de México, Angélica Rivera y de Estados Unidos, Michelle Obama. Curiosa coincidencia de fechas y eventos.

Lo invito a compartir la lectura si es que no lo ha hecho. Es pública. Vea usted. La primera dama de Estados Unidos, Michelle Obama, acompañada por el actor de Saturday Night Live, Jay Pharoah, participó en un video donde canta un rap en tono humorístico para alentar a los jóvenes a asistir a la universidad.

El video, apenas de 120 segundos,  fue publicado en YouTube y producido por el portal de humor estudiantil College Humor.  Obama y Pharoah cantan un rap, inspiración de las estrellas de internet The Gregory Brothers.

El vídeo es parte de la campaña “Better Make Room”, que alienta Michelle Obama para informar a los jóvenes de los recursos a su alcance  para ayudarlos a acceder a la enseñanza superior.

Parte de las escenas fueron grabadas en la Casa Blanca e incluyen un tono lúdico. Allí,  la primera dama estadunidense canta cosas como “El sur de Chicago todos lo conocemos (en referencia a sus orígenes). Teníamos que hacer horas extra para labrarnos un futuro. Y todo el mundo pudo realizar su sueño. Eh, chico que me escuchas en Michigan, ese podrías ser tú”, arenga la señora Obama.

Con diferencia de unas horas, en la prensa mexicana apareció una nota sobre la primera dama de México, la señora Angélica Rivera de Peña, para reseñar su presencia en la casa hogar Gabriel Zubirán Villarreal, a donde acudió como invitada de honor.

Como cabeza del DIF Nacional, la esposa del presidente Enrique Peña Nieto participó en una celebración de XV años para festejar a las niñas de ese lugar. La señora Rivera de Peña deleitó además a las presentes con un baile.

Dijo: “Para mi esposo, el Presidente de la República, y para todos en el DIF, es muy importante cuidar y proteger los derechos de todos nuestros niños, niñas y adolescentes”.

De buen humor, la señora Rivera de Peña vistió incluso un traje sastre en azul índigo, a tono con la vestimenta de las quinceañeras, que usaron vestidos en azul celeste.

La Primera Dama de México lució su cabellera suelta y un maquillaje muy natural.

A su presencia, añadió el baile con las chicas e incluso aceptó la invitación de un joven para bailar.

Las chicas, claro, se emocionaron. Más aún cuando la señora Rivera de Peña prometió “las mejores herramientas que necesitan para estar mejor preparadas para su vida futura, porque nosotros somos y seguiremos siendo su familia por toda la vida”.

Saque usted afable lector (a) sus conclusiones y en particular las coincidencias entre este par de episodios. (Fin).

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