Parte de la ciencia económica siempre ha tenido el reto permanente de pasar de un lenguaje técnico a uno accesible para economistas y no economistas, cuya responsabilidad pasa por el papel de las autoridades de hacer que todos entendamos
las posibles consecuencias para México del aumento de las tasas de interés del país vecino del norte.
La relevancia de darle seguimiento al comportamiento de la tasa de interés en los Estados Unidos, es no sólo por un asunto de competitividad con la propia tasa mexicana, es relevante porque tiene una relación directa con el precio del dinero o de cualquier crédito, y por ende, implicaciones en el bolsillo de las personas.
Durante el desarrollo de la presente opinión no se sabía con certeza si las tasas de interés se incrementarían y en qué medida, pero en caso de que sí suceda –según los especialistas, existe un 95% de probabilidad de que esto pase- debemos de tener en cuenta la serie de recomendaciones mínimas que implica, tal como evitar las deudas superfluas y en caso de ser necesario que sean con tasas fijas, evitando las de naturaleza variable; evaluar de manera seria la posibilidad de deudas de bienes duraderos; razonar en todos los sentidos sobre consumos innecesarios o la posible presión que tenga el tipo de cambio de la moneda mexicana frente al dólar, entre otras.
La tasa de referencia en el mundo es la de los Estados Unidos, de ahí su relevancia como referente para la adquisición de créditos o la realización de inversiones. La responsabilidad de contar con información oportuna y accesible también le corresponde al Estado con apoyo de los medios de comunicación, es decir, tiene que ver con la educación financiera básica, tan necesaria en un mundo cada vez más interrelacionado, pero que además sea asequible para el ama de casa, para el obrero, diferenciar cuál es la parte útil dentro de su relevante universo, si logramos explicarlo desde el día a día, desde la cotidianidad de una madre encargada de su hogar, entonces estamos hablando con responsabilidad.
Si al momento de publicarse la presente opinión ya se incrementó la tasa de interés, las autoridades monetarias deberán de realizar una campaña seria de información y riesgos, a fin de evitar en lo posible los escenarios especulativos o la desinformación de la ciudadanía, porque hablar del mercado de deuda, de capitales y de bonos de manera clara, también es su responsabilidad.
Hemos visto que cuando al mercado le conviene verdaderos despliegues de información para promover una marca o un evento, a veces bajo el sensible mercado del dolor -véase el caso del Teletón- que con sus ventajas y críticas, presenciamos un verdadero esfuerzo de comunicación, de responsabilidad frente a todos.
A eso nos referimos cuando hablamos de autoridades responsables, comprometidas con la información, ante un mundo económico convulsionado, lo menos que debemos esperar es que nos explicaran a todas y todos los riesgos de estos tiempos de cambios económicos y en su caso, las áreas de oportunidad.
Dr. Luis David Fernández Araya
*El Autor es Economista, Doctorado en Finanzas, Profesor Investigador de Varias Instituciones Públicas, Privadas y Funcionario Público.
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