El palo y la zanahoria educativa

SINGLADURA

Si, que se vayan. Es la postura del titular de Educación, Aurelio Nuño, sobre el inminente destino de 3.360 maestros de educación básica y media superior que no asistieron a las evaluaciones dispuestas por el gobierno para dizque mejorar la calidad educativa nacional. La postura refleja con claridad meridiana el grado de insensibilidad del funcionario encargado de aplicar a rajatabla la presunta reforma educativa.


El propio titular de la SEP admite que la evaluación  requiere “mejoras”, aun cuando éstas no hayan sido explicadas y más bien se proceda con ambigüedad y secrecía porque hasta el momento muy pocos conocen el contenido de los exámenes aplicados a los maestros.
Pero en cualquier caso y lejos del presunto éxito que desde el mundo oficial se pretende endilgar a la evaluación educativa, queda claro que ésta ni de lejos puede ser la panacea ante los males que aquejan al sector educativo nacional y que el gobierno sigue sin encontrar una solución.
A juzgar por los resultados nadie podrá sentirse satisfecho de la calidad de los maestros del país. Apenas un 8 por ciento de los 134 mil 140 evaluados, obtuvo notas de excelencia. El resto queda oscilante entre índices aceptables, insuficientes y malos.
Nuño disimuló el panorama con las consabidas frases propias de los políticos al decir que el hecho de que 51,5 por ciento de profesores que se ubican en insuficiente y suficiente deja un margen “amplio” para la capacitación continúa, algo que a decir verdad debió ocurrir primero si es que el esfuerzo del gobierno pudiera interpretarse como serio.
En palabras del propio funcionario, un 14,1 por ciento de los maestros evaluados tuvo una calificación insuficiente, el 37,6 por ciento logró una calificación suficiente, el 40,5 por ciento, buena y apenas el 7,9 por ciento de los evaluados destacó como excelente.
A estos últimos se les dará un alza salarial del 35 por ciento, entre otras prestaciones y facilidades, la zanahoria en pleno pues.
La contraparte, es decir, la política del garrote será para más de 3 mil 360 maestros que serán cesados luego de que no se presentaron a ninguna etapa de la evaluación de desempeño en 28 estados de la República, con excepción de Guerrero, Chiapas, Michoacán y Oaxaca. En estas últimas entidades, en las cuales se han presentado más conflictos magisteriales, la Secretaría dará una segunda oportunidad a los docentes para que realicen la evaluación.

No obstante, académicos e investigadores del Consejo Mexicano de Investigación Educativa (COMIE) entregaron a Nuño una carta con la petición de más de 7 mil académicos y maestros de modificar el rumbo de la evaluación docente.
La carta, firmada por el investigador del Colegio de México, Manuel Gil Anton, refiere que el 68 por ciento de los socios del COMIE, aseguraron que la evaluación docente además de ser punitiva no es confiable.
"Además de tener un carácter punitivo, los criterios rectores y las prácticas de evaluación son imperfectas y poco confiables”, dijeron.
"El apresuramiento en su diseño y construcción han impedido una validación adecuada de las pruebas y existe una gran improvisación en la capacitación de evaluadores. En suma, no se garantiza una evaluación confiable y en cambio se ponen en juego las condiciones de vida de cientos de miles de maestras y maestros", expresa el documento que entregaron a la SEP.
Pero y eso ¿le importa acaso al gobierno? Mucho menos a Nuño, más comprometido con su jefe, el presidente Enrique Peña, que con los miles de profesores que ya cesó. (fin)
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