Las críticas y censuras al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto en la esfera de los derechos humanos lo hacen ver prácticamente acorralado. Le echaron montón casi podría pensarse de manera concertada aun cuando no sea así, salvo por la presión frontal.
La ausencia de garantías para la preservación de los derechos humanos en México, con capítulos vergonzantes como los 43 desaparecidos de Ayotzinapa y la tortura de una mujer en Guerrero, fueron blanco de severas críticas del ombudsman nacional y aún del relator especial sobre la tortura de las Naciones Unidas. Pero no sólo.
La ex secretaria de Estado estadunidense y aspirante puntera a la nominación presidencial demócrata, Hillary Clinton, hizo del tema de los 43 normalistas de Iguala un blanco igualmente de críticas al gobierno de Peña.
Clinton dijo incluso que si ella estuviera en el lugar de Peña –sugiere- “no estaría descansando hasta descubrir lo que pasó con esos 42 (sic) jóvenes".
La aspirante presidencial demócrata respondió así de contundente a una pregunta expresa de la periodista María Peña del diario La Opinión de Los Ángeles, el mayor rotativo hispano de Estados Unidos.
Dentro de México, el ombudsman nacional, Luis Raúl González, llamó a que la tortura de una mujer a manos de policías federales y miembros del Ejército sea sancionada por la vía penal.
Tras su entrega del Informe Anual 2015 de la CNDH, González informó que la Comisión está integrando un expediente de queja sobre el caso de la mujer en Guerrero.
"Tiene que ir acompañado del fincamiento de responsabilidades, no solamente en el ámbito militar, sino en el fuero civil. La PGR tiene que integrar la averiguación", dijo.
"Que se sancione a los responsables, porque la impunidad es generadora de que se propicien estos casos. En la medida que la sanción sea proporcional a la conducta, mandará un mensaje importante".
En el flanco externo también le cayó al gobierno de Peña, el Relator Especial sobre la Tortura de las Naciones Unidas, Juan Méndez, al aludir la disculpa del Secretario Salvador Cienfuegos por la tortura a una mujer, que –apuntó- “no es suficiente”.
"Una disculpa es muy importante, suficiente no es. El derecho internacional dice que cuando hay tortura, el Estado está obligado a investigar, procesar y castigar a los responsables, a ofrecer reparaciones", señaló luego de reunirse con legisladores en el Senado.
A casi dos años de que dijera que la tortura en México es generalizada, Méndez mantuvo su postura.
"No he tenido razones para cambiar de opinión", expresó y recordó hechos “muy graves” como el de la mujer en Guerrero, el de Ayotzinapa y “varios otros, que me hacen pensar que hay mucho que hacer todavía".
¿Quién hará frente a este alud de críticas? ¿Dejarán morir solo al presidente Peña? ¿tienen algo qué decir los titulares de Gobernación, la PGR y/o de la Comisión Nacional de Seguridad? (fin)
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