Algo grande está pasando en Chile

 

Los Tres Unplugged

En estos momentos, en este país donde las fuerzas del Estado están disparando contra la población civil, es difícil escribir sobre música pero lo intentaré esperando que esta columna sea del agrado de sus tres lectores.

El fin de semana pasado, dos agrupaciones chilenas sacudieron por distintos motivos ciertos sectores de la sociedad mexicana. El viernes, la apreciada banda de rock Los Tres celebró, con un memorable concierto en el teatro Esperanza Iris de la CDMX, el vigésimo aniversario del lanzamiento de su disco Los Tres Unplugged, el trabajo que sin duda los catapultó a la fama a nivel latinoamericano. Y unas horas después, en el estadio Levi´s, de San Francisco, California, la selección de futbol de México fue aplastada por un escandaloso marcador de 7 a 0 por su similar de Chile.

Es comprensible, pues, que luego de esta debacle deportiva, algunos mexicanos estén furiosos contra todo lo que tenga que ver con el país andino, pero venga, compatriotas, que es sólo futbol y hoy más que nunca podríamos aprovechar y voltear la vista a Chile, no para aplicar el famoso grito futbolero, sino para apreciar lo que se está haciendo por aquellos lares. Porque sí, señores, algo muy interesante a nivel cultural y musical está pasando en Chile.

Desde las cantantes de pop rock como Mon Laferte, Javiera Mena, Mariel Mariel y Camila Moreno, intérpretes de música caracterizada por dulces melodías y emotivas letras de amor/desamor hasta bandas de rock de diversas vertientes como Protistas, Fármacos, Prehistöricos, Tunacola, Perrosky, La Big Rabia, Niño Cohete y Miss Garrison, pasando por solistas como Gepe  y Pedro Piedra, es evidente que la escena emergente chilena rezuma vitalidad, diversidad y calidad indiscutible.

Porque en la música de estos herederos de las glorias de los Tres y los finísimos Lucybell, el escucha puede encontrar un riquísimo abanico de sonidos que va desde el pop melódico más sencillo, hasta el rock duro, el dream pop, el folk, la electrónica y el hip hop. En más de un sentido, y sin demagogias baratas, el pueblo chileno es hermano del mexicano.

Olvidémonos del futbol y disfrutemos de estos músicos espléndidos.

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