Política de Vivienda, entre aciertos y demagogia 

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Uno de los grandes aciertos de la Política de vivienda del actual gobierno federal es, sin duda, el haber creado un organismo o mejor dicho una Secretaría de Estado capaz de coordinar los esfuerzos y el trabajo de cada uno de los institutos de vivienda públicos como el Infonavit, Fovissste, Conavi, Sociedad Hipotecaria Federal  y Fonhapo,  principalmente.

Gracias a este trabajo coordinado, dirigido  desde la Secretaria de Desarrollo Agrario Territorial y Urbano  (Sedatu), el sector camina bien y de nuevo se ha consolidado como uno de los principales motores de la economía. 

Pero también en escasos tres años de su creación ha tenido, curiosamente, tres titulares: Jorge Carlos  Ramírez Marín, Jesús Murillo Karam y Rosario Robles Berlanga, estos dos últimos designados por el Presidente Enrique Peña Nieto como bateadores  emergentes, pese a su notable desconocimiento del sector de la vivienda.

A Jorge Carlos Ramírez Marín, hoy vicecoordinador de los diputados del PRI de la actual legislatura, se le atribuye la arquitectura de la política nacional de vivienda ordenada por el Presidente Enrique Peña Nieto. Debido  a ello el sector retomó  su dinamismo luego de haber atravesado por una crisis de fin de sexenio.

La industria, apoyada por los organismos de vivienda ya vueltos al redil por la Sedatu en tiempos  de Ramírez Marín, entró en esa fase inercial y prácticamente camina sola.

Debido a ello también es que las dos grandes hipotecarias del país Infonavit y Fovisste han estado muy activos en el diseño de más y mejores productos crediticios para sus derechohabientes, lo cual quedó reafirmado el pasado lunes con la firma del Convenio Marco entre estos dos organismos, mediante el cual se juntan las subcuentas de vivienda de los trabajadores del sector público y privado para que éstos puedan accesar a un crédito mayor.

Este instrumento incrementará y mejorará el acceso al financiamiento de la vivienda a los trabajadores mexicanos, y así contar con la oportunidad de adquirir, construir, modificar una vivienda digna y decorosa.

Por supuesto este novedoso mecanismo es un gran acierto de la política de vivienda,  mismo que en algún momento del sexenio anterior se comenzó a proyectar. Su antecedente es el crédito conyugal que ya opera entre los dos organismos.

                                             Infonavit y Fovisste no construyen

Hablamos del desconocimiento que se tiene del sector de la vivienda por parte de algunos funcionarios,  sobretodo de los dos últimos titulares de la Sedatu, principalmente Rosario Robles.

Como si anduviera en campaña en busca de algún cargo de elección  popular, se le escucha reiteradamente en spots de televisión y radio,  hablando excesivamente de las supuestas bondades de la política de vivienda, que a decir de algunos analistas raya más en la demagogia.

El exceso de su línea discursiva la ha llevado al extremo de decir cosas que denotan esa falta de conocimiento del sector, como el hecho de afirmar que el Infonavit y el Fovissste se dedican a construir viviendas.

Una y otra vez, en cada foro que se presenta, descalifica, denosta, la política de vivienda de los sexenios anteriores y dice que antes esos organismos construían vivienda de una sola recámara. 

Lo que nos sabe la señora Robles Berlanga o no le han informado sus asesores, es que ni el Infonavit  ni el Fovisste construyen vivienda desde hace más de dos décadas. Sólo se dedican a financiar la adquisición de vivienda para sus derechohabientes.

Por algo son, una (Infonavit) la cuarta Hipotecaria más grande de América Latina y otra (Fovisste), la segunda más grande e importante de México. Así que Maestra Robles, debería moderar su exacerbado discurso o al menos documentarse más sobre el sector de la vivienda. 

                                           Reafirma CIBanco su filosofía verde

Interesante el Informe Bianual de Sustentabilidad 2014-2015 de CIBanco, que preside el empresario Jorge Rangel de Alba Brunel, con el que se reafirma como el primer banco verde en México que privilegia el cuidado del medio ambiente como eje de negocios. 

Y es interesante porque esa filosofía verde es integral y se expresa con hechos y resultados en los productos y servicios que ofrece a los clientes, en su propia operación financiera, en la formación de su personal, en sus acciones de responsabilidad social y en su compromiso con la comunidad ciudadana y empresarial que coinciden con sus ideas sustentables. 

Esto es decir que no se trata de, como regularmente lo hacen otros bancos y empresas financieras, campañas temporales  de promoción con el tema noble de la sustentabilidad, pero que en realidad solo se basan en crear apariencias.  

Los de CIBanco consideran incluso que la sustentabilidad constituye un enfoque de negocio rentable y que crea valor de largo plazo para sus accionistas. 

Y lo importante es que el público cada día acepta más y se adhiere a este concepto de negocio. Tan solo la cartera de CIAuto Verde, con el que ofrece financiamiento automotriz a una tasa de 9.90 por ciento, para la compra de automóviles de bajas emisiones contaminantes, registró un crecimiento anual de 119 por ciento. 

Resultados similares arrojaron sus demás productos sustentables como el financiamiento para la comprar de Paneles Solares, el CICrédito Empresarial, sus tarjetas biodegradables, CICuenta Verde y CICash Muticurrency, así como su CI Inversión Fondo Verde.

Refrescante que exista este tipo de empresas en un país con ciudades tan contaminadas.

*Periodista. Director de la revista Hábitat Mx.

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