El lema del presidente Andrés Manuel López Obrador “primero los pobres” hoy lo dejó en
segundo término, sólo bastó desconocer intencionalmente a un organismo como el Consejo Nacional Para Prevenir la Discriminación (CONAPRED) y buscar redefinir un rumbo para el país.
Un problema que puedo resolverse desde un inicio con un foro contra el racismo donde se pueden mostrar nuevas opiniones desde perspectivas distintas se hizo personal con un tuit desde los aposentos de Palacio Nacional.
Las solas palabras de rechazo a un organismo que ha buscado defender a los derechos humanos, además de incluir la frase de austeridad republicana es un objeto de burla.
Sí el problema antes no era personal, el hecho que se intervenga de tal magnitud, cese a titulares, ponga en jaque una institución y se proponga un nuevo perfil con ciertas características que den valor al discurso presidencial, es sin duda una simulación de la nueva realidad.
No se trata de defender a un ingeniero que ahora comunica las noticias con tono irónico y polémico, claro ese problema es otro debate del uso del lenguaje socialmente correcto.
Aquí se trata de ver la relevancia que por primera vez en la historia de México tras un conflicto que explotó desde un mensaje de texto, hoy se atenta contra los principios de libertad y defensoría de derechos humanos.
Pero claro, la polarización de un discurso de ruptura como siempre contrapone los distintos puntos de vista, solo dejan percibir la estrategia más básica para vencer en una retórica que lleva años promulgándo el ahora jefe del ejecutivo sobre corrupción.
Mientras se designa a la nueva titular, la dependencia queda sin alguien que la dirija, administra y sobre todo que cuente con las capacidades de seguir defendiendo los derechos humanos de los pobres.
Habría que destacar que cualquiera sin importar la condición física u origen tiene las mismas oportunidades de llegar a un cargo mientras esté capacitado para desempeñarlo.
Sí sólo se pone una etiqueta de un ideal para dirigir el organismo por el significado de lo que representa, lo único que vemos es la consigna misma de la discriminación y el doble discurso que nos regresa a los pocos avances que hemos tenido en materia de discriminación y racismo que hoy buscan romperse.
Si hoy dejamos atentar contra las instituciones que son autónomas y defienden los derechos humanos, el futuro estará lleno de grilletes para las mismas dependencias sin importar la ideología, dialectos u origen, pues ya no habrá una creencia para la equidad y justicia.
Lo que me hace terminar con la frase de Alexander Hamilton “la fuente fundamental de todos tus errores, sofismas y razonamientos falsos, es un total desconocimiento de los derechos naturales de la humanidad”.