Es indignante la negativa gubernamental de no vacunar a los médicos y personal de salud que atiende la consulta privada y que diariamente tiene un alto nivel de exposición al Covid 19, basta decir que estudios epidemiológicos internacionales muestran que todo el personal de la salud tiene
7 a 8 veces más riesgo de enfermar de forma grave o severa por coronavirus, lo que implica un mayor riesgo de muerte.
Las autoridades de salud no están considerando que la mayoría de las veces cuando una persona llega al hospital ya acudió antes con un médico privado a su consultorio o a los consultorios adyacentes a las farmacias, quienes como ya se dijo están expuestos a un alto riesgo. El personal médico del servicio privado está en contacto con pacientes contagiados y también son parte de la primera línea de atención al Covid 19, hecho que los funcionarios de salud del gobierno de manera inexplicable no reconocen.
Recientemente, la Unión Nacional Interdisciplinaria de Farmacias, Clínicas y Consultorios (Unifacc) de México, señaló que a pesar de que el 43% de las consultas médicas de primer contacto se dan en consultorios y clínicas particulares, este personal de salud y el que labora en los hospitales privados vive en la incertidumbre sobre cuándo serán vacunados contra el Covid19.
La negativa del gobierno federal a vacunar a médicos privados y personal de enfermería se trata de justificar con dos razonamientos carentes de toda lógica y sentido humano. En primer lugar, argumentan que no existe un padrón de médicos del sector privado y que por ello no es confiable ni posible su vacunación como sector prioritario.
El segundo razonamiento, que es un terrible acto discriminatorio y ajeno al humanismo que debe prevalecer en las acciones del gobierno, es generalizar que los médicos de consulta privada tienen una economía holgada y condiciones económicas suficientes, dando a entender que podrían conseguir la vacuna por otros medios. Sin considerar qué hay médicos que dan consulta privada como parte de las cadenas farmacéuticas nacionales (Del ahorro o Simi) atendiendo pacientes gratuitamente o dando consultas que no rebasan los 50 pesos. También hay miles de médicos que tienen consultorios en colonias populares, en pueblos y comunidades donde ganan realmente muy poco.
Los responsables de este acto discriminatorio, Jorge Alcocer y Hugo López Gatell están nuevamente confundiendo al presidente que respondiendo a estas movilizaciones y protestas, dijo comprender la demanda de los médicos, pero sostuvo que el gobierno ya posee una estrategia de inmunización, por lo que deberán esperar su turno. En la misma conferencia mañanera sostuvo: “la estrategia de vacunación contra el coronavirus se definió por las recomendaciones de especialistas, quienes propusieron priorizar la atención a los grupos vulnerables”, yo me preguntaría ¿cuales especialistas?
Esta negativa es un error y es un hecho violatorio de los derechos humanos de los médicos y trabajadores de salud privados, de la que los falsos especialistas que hoy mandan en el sector salud, involucran al presidente en decisiones altamente cuestionables.
La situación de la comunidad médica en México está siendo observada internacionalmente como un caso critico en la contención de la pandemia. Los médicos y trabajadores del sector salud han pagado un alto precio en la crisis sanitaria e incluso Amnistía Internacional ha señalado que el número de víctimas de este sector es el más alto de todos los países del mundo.
Esta es la dimensión de un gran problema que no ha encontrado la respuesta humanista e institucional que la comunidad médica está demandando.
Por todo lo anterior, le pido fraternalmente a nuestro Presidente Andrés Manuel López Obrador, en quien confiamos, que reconsidere su decisión y vacune de manera urgente a todas las médicas, médicos, enfermeras, enfermeros y personal de salud del sector privado, al igual que lo está haciendo con todo el personal de salud del sector público.
Dr. Elias Miguel Moreno Brizuela
Presidente del Comité Ejecutivo Nacional del Frente por la Cuarta Transformación.
Presidente de la Comisión de Salud y Seguridad Social del Senado de la República del 2000 al 2006.