Todos sobreviven, nadie gana

“Nada, en política, es definitivo, aunque todo en la política a nuestro estilo, es posible”.
Palabras Mayores de Luis Spota.

 En la CDMX casi todo mundo habla de la estripitosa derrota de MORENA, de que la CDMX quedó partida a la mitad, de que la alianza ganó y de que el padre de la patria se ha referido a la elección de esta entidad con mayor vehemacia.
Pero tenemos que diseccionar muy bien los resultados de la elección para que podamos tener una mayor claridad de lo que el ciudadano hizo o no con su voto.
Primero. MORENA sigue siendo un Partido con presencia en todo el territorio de la ciudad. Su representación en las casillas llegó al casi 95%, van a tener representación en todos los Concejos de las 16 alcaldías y mantienen el gobierno o la administración de dos demarcaciones que superan a Aguascalientes, Querétaro y Tlaxcala juntas, que son Iztapalapa y Gustavo A. Madero.
Por si fuera poco, el número de distritos ganados más el porcentaje de la votación obtenida le dan 32 curules en el Congreso de la Ciudad, para tener la mayoría y con eso mantener el control de los órganos de gobierno y la aprobación del presupuesto.
Nadie, mucho menos en política, puede decir que MORENA en la Ciudad está muerta; está herida, se siente lastimada y engañada, particularmente por el desempeño de Ricardo Monreal y su presunta traición en la demarcación Cuauhtémoc.
Morena se va a reagrupar, articular y hacer política de base con más ahínco, presupuesto y decisión.
Segundo. El PAN obtuvo importantes victorias, quizá la más emblemática es la Alcaldía de Álvaro Obregón que tiene la tercera mayor importancia en el número de habitantes de esta entidad. Miguel Hidalgo, Benito Juárez y Coyoacán tienen una importancia muy elevada por el nivel socioeconómico y académico de sus habitantes; éstas demarcaciones cuentan con el mayor producto interno y el mayor ingreso per cápita del país, particularmente la Alcaldía Benito Juárez.
También ganan en Azcapotzalco, la demarcación con la mayor presencia industrial de la CDMX y por lo tanto, una importante generadora de ingresos a las arcas de la tesorería del gobierno por el pago de impuestos.
Sin embargo, su presencia es marginal en el corredor oriente de Gustavo A. Madero a Milpa Alta.
Las fortalezas del PAN son tres: 1. Han sido permanente oposición, no de la manera más inteligente ni innovadora pero han mantenido su congruencia. 2. Tienen una alianza con grupos de poder tradicionales en la Ciudad, la iglesia y los empresarios, esto le resulta una estructura territorial y financiera importante, disciplinada y anti López. 3. La selección de sus candidatos fue casi perfecta: Coyoacán, Benito Juárez, Álvaro Obregón, Miguel Hidalgo y Azcapotzalco fueron comandados por mujeres y hombres que tienen experiencia, conocimiento, profesionalismo y talento político para comunicar, generan acuerdos y tejer consensos vecinales, territoriales.
El PAN tiene la oportunidad de poder ganar en el 2024 la jefatura de gobierno, todo está en cómo trabajen los territorios y las zonas marginadas de las demarcaciones que van a gobernar. Quizá el alcalde reelecto Santiago Taboada les pueda hacer algunas recomendaciones.
Tercero. El PRI CDMX es a quien le va mal en la fiesta, aunque le fue mucho peor al PRD. El PRI de la ciudad hizo un juego de sobrevivencia, la alianza fue un paso audaz porque lo ocultó del elector antipriísta que es el más elevado de todo el país.
Si el PRI hubiera contendido solo, únicamente hubiera ganado en Cuajimalpa. Tengo la impresión de que Adrián Rubalcava, incluso como candidato independiente, gana. En ninguna demarcación ni en ningún distrito local tuvieron más votos que Morena, ni siquiera en La Magdalena Contreras.
Su representación en las casillas fue de poco más del 50%, es decir que casi la mitad de la casillas estuvieron sin presencia priísta, ahí están las actas digitalizadas en las páginas del INE y del IECM que demuestran mi dicho.
Por otro lado, los candidatos tricolores no hicieron campaña, no se vieron ni se escucharon. Tienen una tendencia a realizar 33 campañas locales, 24 federales y 16 para Alcaldías con mensajes distintos, cada uno por su lado a su leal saber y entender. Cuando uno viaja de Tlalpan a Azcapotzalco, por ejemplo, al pasar por las demarcaciones ve uno una infinidad de mensajes distintos de los candidatos, si es que tienen propaganda. Todo eso genera, por lo menos, confusión.
La participación política del PRI pende de un hilo, deben de abandonar el mensaje triunfalista y ejercer con seriedad, objetividad y madurez un ejercicio autocrítico. Debe acudir a su experiencia y conocimiento para tener un diálogo endógeno que modernice sus estructuras, su comunicación y su actitud como Partido de oposición.
Con estos números y la actitud que tiene el PRI, su opción será hacer alianzas electorales para poder sobrevivir, algo así como el PT o el PVEM. Y la pregunta es ¿Ese será el destino del otrora partidazo?
Cuarto. El PRD no existe, no está, no funciona. No tiene estructuras operativas, territoriales, segmentadas por grupos sociales ni por causas. Ganaron gracias a la inercia. Bromas de la vida política, la izquierda del PRD le debe su existencia a la derecha del PAN, sin ello, los perredistas hubieras perdido el registro, no sólo en la Ciudad de México, sino en todo el país.
Ahora viene el tiempo de ver cómo actúan las élites partidistas tanto en sus propias instituciones políticas como en el Congreso y en las Alcaldías.