MTRO. ROBERTO SALCEDO AQUINO,
SECRETARIO DE LA FUNCIÓN PÚBLICA:
Es sobre una suma de absurdas conjeturas que se construye una idea “maravillosa”
Marqués de Sade
Nos han vendido la idea de que el Tren Maya (TM) detonará el desarrollo del sureste mexicano y lo convertirá en un gran hub comercial y turístico. Lanzada así la idea, ¿quién se opone al progreso de los mexicanos del atrasado sureste?
Nadie, claro.., salvo que los estudios demuestran que el proyecto es de dudosa viabilidad y rentabilidad y aquí es donde entra usted, don Roberto, como el nuevo supervisor del gasto gubernamental.
Le cuento:
FONATUR, el organismo gubernamental a cargo del proyecto, debía entregar a la Secretaría de Hacienda el estudio de viabilidad realizado por Price Waterhouse & Cooper (PWC) para recibir 49 mil millones de pesos y arrancar en forma.
PWC determinó que el proyecto tenía toda clase de problemas; un ejemplo: “la fuerte pendiente (en algunos tramos) y los radios estrechos exceden las condiciones idóneas para desarrollar un ferrocarril”.
¿Qué hizo FONATUR? Muy sencillo, quitó las críticas del reporte y entregó a Hacienda una versión light (El Universal, junio 28), pero pregunto si tal censura es legal.
No es el único estudio negativo hacia el TM. Un grupo de 30 científic os (GC-TM)fue convocado por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología para analizar “con plena libertad las condiciones sociales, económicas y ambientales” alrededor del TM.
El GC-TM concluyó su tarea, un estudio denominado Territorios mayas en el paso del Tren Maya. Situación actual y riesgos previsibles, cuyas conclusiones fueron igual de alarmantes… Por ejemplo:
1) A todos nos gusta el turismo porque deja mucho dinero, pero trae aparejadas conductas antisociales como el tráfico de drogas, la prostitución y la trata; sin embargo, no se consideró como un riesgo.
- Tanto el turismo como el transporte de carga “podrían implicar la destrucción irrecuperable” de varios de los 1,288 vestigios prehispánicos detectados en la zona de paso que tendría el Tren Maya.
- El daño irreversible a las reservas de biosfera de Campeche, Chiapas y Quintana Roo, particularmente las de Sian Ka´an y Calakmul.
- La pérdida de biodiversidad sería irreversible, justo cuando la comunidad internacional busca salvar el planeta.
- A nivel regional se afectará drásticamente la disponibilidad de agua, pues el TM impactará negativamente a “las áreas más importantes de recarga del manto freático de la Península de Yucatán, la Reserva Geohidrogeológica y (…) las aguas cosechadas que alimentan seis subcuencas hidrográficas”, agregó el GTM.
¿Y la población local..?
Efectivamente el proyecto generará empleo, aunque por tratarse de construcción, será temporal y de baja remuneración, nada que sirva para el mediano plazo.
Para el TM no se quiere gastar en expropiaciones o compra de terrenos y, por ende, FONATUR recurrió al esquema de Fideicomisos de Infraestructura y Bienes Raíces mediante el cual el dueño de la tierra, un indígena generalmente, conserva la propiedad a cambio de una participación accionaria mínima de lo que ahí se construya.
En principio suena bien, pero nada garantiza un ingreso al propietario, pues el negocio puede fracasar o no reportar utilidades; y aun cuando conserve la propiedad, será desplazado de su tierra.
En la ruta del TM hay aproximadamente dos mil 500 comunidades indígenas que en un breve lapso se verán fuera de sus actividades tradicionales de subsistencia y buscarán algún trabajo, como vendedores de chácharas turísticas y en el mejor de los casos maleteros o camaristas.
La cuestión más grave en este megaproyecto es que:
-Todo se pensó desde fuera y nadie preguntó a los habitantes de la zona cómo imaginan su desarrollo y sus condiciones.
-La consulta popular que hizo el presidente no cumple ni el menor requisito sobre los derechos de los pueblos originarios (OIT-169).
En conclusión, el Tren Maya retrata perfectamente a la 4ªT: ideas sin sustento, imposición, dispendio y una megalomanía desbordada.
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