Pues muy alarmado llegó uno de mis cuates y me decía casi temblando: “Ya ves, todos los del 68 se están muriendo” y es lo lógico, todos estamos en los años en que la muerte es para esperarse no para compartirse, finalmente, cada uno de nosotros tuvo o tiene su propia visión del mundo y de la vida.

DE MANERA INSENSIBLE SE LES HA CLIFICADO COMO DAÑO COLATERAL,SEAMOS SINCEROS, ELLOS SON LA AUTENTICAS VICTIMAS-VICTIMAS DE TODA ESTA ABSURDA PELICULA DE TERROR..SE IMAGINA UNA ESCUELA PRIMARIA COMPLETA,CON CAPACIDAD DE MIL 500 ALUMNOS Y TODOS CON UN SELLO UNICO: HUERFANOS, SIN PADRE Y MADRE PUES HAN SIDO ASESINADOS O NO APARECEN...

         Pues pareciera que las gentes no entienden que los jefes de jefes son aficionados a los gallos, a las carreras parejeras, a los narcocorridos, a la música de banda, al estruendo, al guateque, a las viejas y a los viejos bonitos y esto hay que decirlos porque con eso de los destapes y de las salidas del closet pues ya sabemos que todo puede suceder, y que para ser jefe, no se necesita forzosamente ser machín sino

Bueno, y a todo esto, disculpe la inoportuna pregunta: ¿Qué vamos a hacer con la corrupción?... perdonen ustedes pero en el pizarrón sólo se aprecia una interminable lista de buenas intención pero sin que la voluntad haga su aparición, y nada de que volteemos a ver solo a gobiernos y sus funcionarios, las casa blancas no son privativas de un presidente o de aquellos gobernadores rateros y prófugos o en procesos legales. Nada de eso, cuando de corrupción se trate es necesario ampliar el panorama y

Somos un mundo de contradicciones. Quizás deberíamos observarnos más y ver nuestras propias incoherencias. A veces quemamos nuestra vida en inutilidades, no en auxiliar o en ser agentes fundamentales del cambio social, tampoco en repensar la manera de estimular otros horizontes más armónicos o en ver el modo de crecer como seres pensantes, dispuestos a cohabitar, ya no solo estableciendo prioridades que nos pacifiquen, también instaurando alianzas que nos encaminen a una vida plena, donde la justicia y la libertad aniden en todos los lenguajes del alma. Lo que resulta deplorable es la acción de muchos gobiernos, dispuestos a invertirlo todo en armas, aunque después la población sufra una gran inseguridad, tanto en alimentos como en sanidad. Ojalá, en un día no muy distante,