Columna invitada

Pues sí lo entiendo señor maestro, entiendo que el muchacho tiene que venir a la escuela y usted debe entender que es el único que me queda, los otros se fueron al Norte a buscar una vida mejor y cuando me hablan escucho en su voz que no la encuentran, que están tristes, que sufren, que no los entienden, que no tienen a los tatas juntos para que la vieja les tortee y les haga el atole o los frijoles negros, allá, puros bayos, y los pollos no saben a nada y los huevos apestan y son caros y las papas no tienen pasta ni sabor y

Si observamos los cambios que ha presentado el diseño institucional en México sobre política social se aprecia que han existido avances. Antes del PRONASOL conocido como Solidaridad, existieron esfuerzos como el COPLAMAR (Coordinación Nacional del Plan Nacional de Zonas Deprimidas y Grupos Marginados) o el SAM (Sistema Alimentario Mexicano), mismos que en un inicio se dirigían en su mayoría a los sectores rurales e indígenas. Con la llegada de Solidaridad se incluyó un elemento novedoso como fue la participación social, hasta llegar a la actual propuesta conocida como PROSPERA, en la que se consideran aspectos relacionados con el fomento productivo, generación de ingresos, bienestar económico, inclusión financiera y laboral, educación, alimentación y salud para población en condiciones de pobreza extrema, bajo esquemas de corresponsabilidad.

¿Y, cómo te trató el que recibe las solicitudes de audiencia cuando llegaste para decir quién eras y que te habían llamado? Pues bien, muy bien. No me digas eso, cuéntame a detalle cómo te recibieron…Llegando ni siquiera dije mi nombre, el tipo que normalmente es muy mamón, me vio y se levantó de su asiento y me dijo: Licenciado, ya lo espera el señor secretario y me pasó a un pequeño cuarto donde me ofreció café. De inmediato, ni me sentaba, cuando ingreso el secretario y me dijo: “Amigo, le ruego por favor me permita terminar una audiencia y en seguida estoy con usted” y cerró y el de la puerta se fue. A los pocos minutos apreció el secretario y de inmediato trate el asunto y giró instrucciones para que se resolviera pidiendo al oficial mayor subir y le dijo que lo resolviera hoy mismo y me informara y me dio sus teléfonos directos para decirle en qué había quedado”. Pues muy bien. Pero, disculpe ¿qué importancia tiene el cómo me recibió el que recibe las solicitudes en la puerta del secretario?. Pues mucha, así como te trata el gato piensa el jefe de ti, por eso es importante observar los tratos y las señales.

Los presagios son como anuncios de la tierra y del cielo y de lo que ya se fue y de lo que viene, están entre la vida y la muerte, si no sabes interpretar los presagios no hay que tocar los límites de la vida ni los inicios de la muerte, más vale quedar callado, observando lo que viene y lo que llega, los anuncios de si o de no, la tierra es celosa y el cielo es esponjoso, violento, brutal cuando la tierra se aferra o comienza a temblar,

         UN CAJÓN Y UN BANQUITO, GRASA NEGRA Y CREMA DEL MISMO COLOR, CAFÉ, BLANCO, cepillos para el neutro, el negro y el café, trapos para quitar el jabón y limpiar el zapato, trapos para dar el brillo y para untar las grasas y cepillos chicos para untar la crema y uno va caminando por las calles y de pronto siente un jalón y un interrogatorio de los inspectores que están con el sindicato de trabajadores y empleados del aseo de calzado y quién sabe qué más chingaderas, y dicen: si tú no

En ocasiones no hay nada peor que la esperanza porque en su búsqueda te atrapan y te dejan peor que cuando buscabas algo mejor, así se fue arrejuntando el patrón, don Mario, a otros chicos que tenían hambre y necesidad de buscar otros aires y encontrar un camino a la libertad y solamente fueron guiados a estar esclavos del viejo para vender y estar en una casa encerrados allá en una de las colonias de la capital. Allá por Peralvillo aquel hombre llegaba en su camioneta y montaba a los chicos y sus mercas para que se fueran distribuyendo en las calles para vender chiclets, semillas, caramelos y los niños trabajando como lo documentó el diario Crónica, por esas calles por más de