Pues sí, cuando salí de mi pueblo allá por la sierra
¡QUE CONSTE,… LOS OLVIDADOS!
Pues sí, cuando salí de mi pueblo allá por la sierra, añorando desde ya los olores y los amores de mi casa, sabiendo que mi madre estaba preocupada y triste y mi padre entre orgulloso y temeroso porque no sabía si después de estar en la escuela volvería cuando