En el documento donde se hace pública la “Convención de las Naciones Unidas contra la Corrupción”, del cual México es parte, el ex Secretario General de la ONU, Kofi Annan, es tajante en señalar: “La corrupción es una plaga insidiosa que tiene un amplio espectro de consecuencias corrosivas para la sociedad. Socava la democracia y estado de derecho, da pie a violaciones de los derechos humanos, distorsiona los mercados. Menoscaba la calidad de vida ”
Por su parte, el Jurista y hasta hace poco, titular del Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado, precisamente renunció por haber advertido actos de corrupción, Jaime Cárdenas, en su artículo: “Herramientas para Enfrentar la Corrupción”, publicado por el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Dijera lo siguiente:
“Es verdad que algunos instrumentos pueden ser muy útiles como los referentes a la educación y la construcción de ciudadanía, pero no podría racionalmente señalar que la corrupción se soluciona sólo con medidas preventivas…, o sólo con reformas legales que incrementarán penas y sancionas a corruptos … El combate a la corrupción exige las medidas anteriores y, muchísimas más, que reformulen tanto el tipo de democracia como la manera en la que se concibe actualmente el Estado de derecho, uno más garantista, que se base en el respeto pleno a los derechos humanos, los de libertad y los de igualdad… ”
Indiscutiblemente, al hablar de Corrupción no podemos dejar de pensar que es un sistema en donde diversas personas físicas o morales o jurídicas, particulares o servidores públicos aprovechan sus relaciones o funciones encomendadas para obtener un recurso para sí u otras personas de manera ilegal, y en muchos de estos casos, el recurso es público o proviene de actividades ilegales.
Aunque existen muchas definiciones y muchos sentidos que se le da a la Corrupción, la Real Academia Española define a la Corrupción como el “comportamiento consistente en el soborno, ofrecimiento o promesa a otra persona que ostenta cargos públicos, oa personas privadas, a los efectos de obtener ventajas o beneficios contrarios a la legalidad o que sean de naturaleza defraudatoria ”.
En ese sentido, nos lleva a entendre que el Servidor Público siempre debe estar involucrado en actos ilegales para que se propicien actos de corrupción, sin este elemento no podría existir la corrupción, aún y cuando, se encuentran relacionados otros elementos necesarios, como aquellas personas o entes que lo motiven, lo obliguen o coaccionen a aquel a actuar de manera contraria a la ley ya sus funciones que legalmente tiene encomendadas.
En nuestro país, y desde que esta nación se concibió como independiente de los conquistadores, han existido, existen y existirán actos y conductas que encuadren en supuestos de corrupción, pues no es como una gripa que con una sola pastilla se cure, tal como lo señala el Doctor Jaime Cárdenas, se deben atender infinidad de frentes para luchar, sancionar y erradicar la corrupción.
En estos últimos dos de años, así como en su momento nos crearon la ficción de que sacando al ejercito a las calles se iba a matar a la delincuencia, nos están queriendo engañar de que con la reducción de sueldos a servidores públicos, reducción de recursos materiales y humanos en las dependencias públicas, reducción de medicamentos, empleos, servicios de salud, compensaciones, eliminación de dependencias públicas, fideicomisos, y todo aquello que sirva reducir el gasto público para utilizarlo de manera discrecional no sabemos en que, se puede erradicar la corrupción.
Lo más preocupante, es que muchos sectores -medios de comunicación, periodistas, personas físicas, morales o jurídicas-, por temor o por coacción han seguido ciegamente esta política que no ha llevado a nada para solucionar este problema de la corrupción con un tinte de absolutismo en el poder público, lo único que ha provocado es incrementar los actos de corrupción.
Si bien, como dice el Doctor Jaime Cárdenas que son varios sectores que hay que atender para hacerle frente a la Corrupción, considero inequívocamente que el incrementar los sueldos a los servidores públicos, sus prestaciones o servicios de salud, o dotarlos de mejor capacitación y equipo, recursos materiales, puede ayudar a mejorar la productividad, eficiencia y eficacia en el servicio público.
Es más, mejorando su ambiente laboral, desarrollando estrategias laborales, personales y humanas para que cada uno se sienta comprometido con sus funciones en un ambiente adecuado de trabajo, podría ser un factor importante para fomentar el compromiso y amor por el servicio público.
Desde una perspectiva empresarial, donde todos forman parte de un sistema estratégico, funcional y productivo; el servicio y los servidores públicos pueden funcionar y operar de la mejor manera.
Sin duda alguna, muchos de los actuales titulares tendrían que irse porque han demostrado no contar con esas tres herramientas fundamentales: Coeficiente Intelectual, Inteligencia Emocional y amor por el servicio público, solo así se puede comenzar con el cambio, pero también la sociedad mediante su voto razonado puede ser la columna vertebral del cambio, pues al que no nos funcione tendremos que dejarlo ir.
Pero por ejemplo, es impensable que un médico o ministerio público pueda cumplir con sus funciones de manera adecuada con ese compromiso y amor al servicio: si en cada ocasión se le reduce el sueldo, se le incrementa el trabajo hasta un 200%, se le Las jornadas de trabajo, se le quita el servicio médico, el seguro de vida, se le quitan gastos de viáticos o se le disminuyen recursos para que desempeñe sus funciones, eso no ayude en nada para erradicar la corrupción.
Como un servidor público podrá defender derechos humanos o velar por un Estado de Derecho, si a ellos mismos se les vulneran sus derechos humanos y se les cometen actos ilegales aún y cuando cumplan con sus obligaciones labores y den su máximo esfuerzo para sacar adelante su trabajo . Habrá que repensar el actuar político !!!