Hemos escuchado hasta el hartazgo que todo lo malo que inhibe que el actual gobierno haga y cumpla con su trabajo es a causa de los gobiernos anteriores.
Creo que los nombres de Felipe Calderón, Enrique Peña Nieto, y García Luna no se habían mencionado tanto, bueno, ni siquiera en sus propias gestiones se habrían mencionado tan reiteradamente, y por un titular del Ejecutivo en funciones.
Cierto es, que la delincuencia organizada ya existía en nuestro país, la violencia, los asesinatos, las desapariciones, el tráfico de drogas, el abuso de autoridad, la corrupción; esto quiere decir que no le podemos atribuir o dar todo el crédito al gobierno de Felipe Calderón de que fomento, propicio, provocó o creo estas problemáticas.
Ello, a pesar de que el titular del actual gobierno federal, Andrés Manuel López Obrador, insista recalcitrantemente en acusar de todos los males de seguridad y delincuencia a Felipe Calderón, incluso de lo que actualmente pasa bajo su mando.
Aunque haciendo una retrospectiva, en todos los ámbitos de la vida política, social, económica y cultural de nuestro país, no hemos visto tan escasos resultados como en el actual gobierno, bueno tal vez si, pero esos expresidentes ya dejaron de existir en este mundo terrenal.
La política de echar culpas a gobiernos o gestiones anteriores es el resultado de no querer combatir los males que aquejan en el país. Es cierto, que los gobiernos anteriores no se jactaban de ser los mejores, los más incorruptibles, los mayores en ocupar un primer lugar en materia de transparencia; sin embargo, por ejemplo, Felipe Calderón tuvo el valor de declarar la guerra a los miembros del crimen organizado.
Y para como estaban las cosas con el tema de crimen organizado, fue una decisión si no la más acertada, la que en su momento le permitió a la sociedad mexicana tomar un respiro de seguridad y esperanza de que la delincuencia y la violencia se acabaría.
Pero ese espíritu y confianza de que algún día volveremos a ver un país donde todos vivamos en paz y que pasen días en que dejemos de escuchar de asesinatos creo que se han acabado, tal vez suene pesimista, pero sin duda alguna pasarán muchos años y muchos sexenios para que podamos escuchar algo así de nuevo.
Esos tiempos donde las personas dejaban la puerta abierta de sus casas sin temor a ser víctimas de la delincuencia y de la violencia, y de que los niños salgan a jugar con sus vecinos sin miedo de que un acosador los violente; por decir lo menos, ya pasaron.
Aunque no solo hay qué considerar la parte del gobierno; también, la parte de la sociedad en que nos hemos convertido, lo que hemos permitido, y lo que hemos entregado a manos llenas sin nada a cambio a los gobernantes y a los criminales.
Somos parte del mal que tenemos en el país, no hay una verdadera unión y decisión de la sociedad para hacer frente a todos estos males, muchos tal vez tengan la justificación de que perderán sus empleos, de que tengan miedo de que los asesinen en el proceso; pero definitivamente, estoy cierto de que la sociedad puede hacer, lograr y conseguir la paz que tanto anhela solo falta que deje de ser conformista.
Para muestra del alto índice de la violencia y la delincuencia, basta voltear la mirada a las cifras publicadas por la empresa EFE, que menciona que mes con mes nos dan cifras de nuevos homicidios, feminicidios, etc.
Por ejemplo, en el mes de mayo del presente año, se cometieron un total de 2.833 homicidios, por lo que se convierte en el mes más violento en lo que va de 2022, y uno de los 10 más sangrientos en lo que va el mandato del presidente de la República, de acuerdo con la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC).
Dicha cifra demuestra un incremento mensual del 9,84% frente a los 2.554 notificados en el mes de abril del presente año.
De acuerdo con la agencia de noticias, a estas cifras se suman 77 víctimas de feminicidio, asesinatos de mujeres por razones de género, solo cinco menos que las 82 de marzo y seis más que las 83 víctimas de abril, la mayor cifra del año.
Los datos de mayo representan la cifra mensual más alta en lo que va de 2022, no obstante, según las autoridades, es el mayo más bajo desde hace cinco años.
México registró los dos años más violentos de su historia en los primeros dos años del gobierno de López Obrador, con 34.682 víctimas de asesinato en 2019 y 34.554 en 2020.
Seis estados concentran casi 50 % de los homicidios del país en los primeros cuatro meses del año, con un total de 6.150 víctimas tan solo en Michoacán, Guanajuato, Estado de México, Baja California, Jalisco y Sonora.
Dichas estadísticas demuestran que el Gobierno Federal no ha cumplido con reducir el índice de la delincuencia y la violencia, por el contrario, se han sumado un número considerable de víctimas.
Esto tiene que ayudar a la gente y los votantes a que en las próximas elecciones emitan su sufragio con conocimiento e informado, pensando en su conveniencia.
Víctor Serrano Contreras