Tras una suerte de circunstancias y decisiones mal tomadas durante dos sexenios, la confianza ciudadana en el (PAN) se vio deteriorada como consecuencia, entre otros factores, de la falta de oficio político y de una serie de rompimientos internos, que si bien fueron silenciosos al principio, hicieron crisis a los dos años de haber iniciado el sexenio calderonista.
Efectivamente, el ajuste de cuentas al interior del PAN, gestado tras las complicaciones en la elección presidencial del 2006, cobró facturas en las elecciones federales subsecuentes. Así el 2009 y el 2012 tuvieron como característica común la pérdida de posiciones electorales, junto con el ensanchamiento de las divergencias entre los diversos grupos y expresiones al interior del panismo, abriendo paso sigiloso a la pérdida de la Presidencia.
Ciertamente, una de las fortalezas reconocidas en el PAN fueron, precisamente, su disciplina partidaria y el cumplimiento irrestricto del principio fundamental de “lavar la ropa sucia en casa”; sin embargo, la embriaguez por el poder, la cerrazón y la necedad de desconocer sus prácticas internas para someterse –a la usanza del sistema que tanto criticaron y combatieron– a la voluntad magnánima del Presidente y su grupo político, hicieron que se perdiera la cohesión que les daba fuerza como instrumento electoral, al tiempo que abatieron su autoridad moral y la confianza popular.
Hoy esas rencillas, gestadas desde la administración de Fox y exacerbadas durante la presidencia de Calderón, muestran signos de alerta para la dirigencia de ese instituto político. La destitución de Ernesto Cordero no es sino consecuencia de la ruptura que existe al interior de los grupos políticos que conforman al PAN.
Así como en junio del 2008, hoy el Presidente Nacional determina –en uso de sus facultades– quitarle esa posición al grupo calderonista, las condiciones políticas le exigen que la nueva designación recaiga en un personaje que cuente con: autoridad moral, imparcialidad en el conflicto interno y con la fuerza y arraigo necesarios al interior del panismo, para amainar la crisis por la que atraviesa ese instituto político y con ello evitar su desaparición.
Entretelones
El pasado 16 de mayo, se publicó en la Gaceta Oficial del GDF, la reforma por la que se crea el Instituto de Especialización en Justicia Administrativa y Fiscal del Tribunal de lo Contencioso Administrativo del D.F. Esta propuesta impulsada por la Magda. Yasmín Esquivel Mossa, Presidenta del TCADF y apoyada por el Jefe de Gobierno, Dr. Miguel Ángel Mancera, muestra el compromiso por dotar de mayor eficiencia y eficacia a los órganos de impartición de justicia en la Capital de la República.
@AndresAguileraM