O lo que es lo mismo: coyotes de la misma loma. Ella desprecia a la contienda, pecadora olvida: no mentirás y, a priori,
se asume dueña del cetro, emperatriz coronada en la kermés de la campaña con falsos heraldos que cantan encuestas maiceadas.
Y él niega ser corrupto, beneficiario de la multimillonaria evasión fiscal del huahicol, que sirvió para financiar campañas y engordar su cuenta personal. ¿Recuerdas, Mario, la transa con la L12?
¡Ah!, pero su dueño, Su Alteza Serenísima dice que cada quien con lo suyo.
¡Zafo!, suele zanjar vínculos, complicidades y niega que dé línea a su favorita, la doctora emperatriz de kermés y, si acusan al gerente del Corporativo Morena y Socios, lo abandona a su suerte.
Allá él, allá ella.
Y ella pretende explicar que no quiso decir lo que dijo cuando restó importancia a la elección del próximo domingo 2 de junio y la redujo a un mero trámite. La idea obtusa de asumirse vencedora.
¿Qué como le fue en el tercer debate?
Por supuesto no admite que la ingeniera Xóchitl Gálvez la zarandeó y arrinconó y, ella, con la sonrisa congelada hizo como que la virgen le habló negándose a responder si investigará a los hijos del licenciado presidente, el Santo Niño Fidencio del Zócalo.
¿Qué como le fue?, preguntó Joaquín López Dóriga.
“Muchas calumnias, mentiras”, dijo la emperatriz y refirió que optó, por estrategia, no caer en provocaciones, hacer propuestas. ¿Cuáles? Más de lo mismo, seguir el libreto al pie de la letra, aunque refiere algunos cambios porque, cauta y con voz que busca simpatía, asegura que tiene ideas propias. En serio, no se ría, porfis.
Incluso, pregunta a Joaquín si ve similitud en la gestión de Andrés Manuel como jefe de Gobierno y la de ella como jefa de Gobierno. Busca diferenciarse, ¿sacudirse la sombra de Andrés Manuel?
--¿Cuál va a ser tu relación con, el para ese momento, expresidente López Obrador si ganas la elección?, le requiere López Dóriga.
--De mucha admiración –responde la emperatriz y lo defiendo: es un honor estar con López Obrador.
Con tiento rechaza que Andrés Manuel vaya a involucrarse en su gobierno. “El presidente es un hombre muy respetuoso”, dice y refiere: “Nunca habló para darme una instrucción; nos va a tocar un momento distinto, un periodo distinto. Cada quien tiene su forma de ser y comportarse. Nosotros coincidimos en un proyecto, pero tengo mis ideas”.
¿Y?
--Va a haber continuidad con cambio –puntualiza. O sea, ¿continuidad de la 4T con cambio? ¿Cuál cambio? Pues no que mucho deslinde. ¡Sopas!
¿Y cómo, primo hermano?
¡Aja!
Y el licenciado presidente, dueño de esa alma que se siente coronada, vencedora, ensoberbecida, abre la semana rozagante. ¿Se habrá despertado con ganas de joder a México?
--¿Y cómo se siente Su Alteza Serenísima?
--En lo interno, muy bien, muy bien, hasta diría requetebién, porque estamos a 15 días, menos, de la elección presidencial y ayer fue un día, en efecto, intenso de manifestaciones y de debate, y se demostró que se garantizan en México las libertades, que no hay represión, que hay democracia auténtica (…) –refiere el licenciado López Obrador, con la mentira como divisa cotidiana.
No alude a ese operativo de cercar a la asta bandera monumental y utilizar a los maestros militantes de la CNTE como esquiroles que pretendieron boicotear la marcha y concentración de la Marea Rosa en el Zócalo.
Sí, como esa declaración de contingencia ambiental y que el licenciado Martí Batres no haya ordenado cierre de vialidades del Centro Histórico para permitir la fluidez de los participantes en la concentración.
Ganas de joder, de provocar enfrentamientos, como los hubo en Eje Central, en Bolívar y Cinco de Mayo y Tacuba.
Bueno, bueno, pero el Duce dice, como repite la emperatriz de la kermés que “una de las cosas que siempre subrayamos es que el pueblo de México está en su mejor momento, está bateando arriba de 300, el pueblo es mucha pieza, está muy politizado el pueblo de México, muy consciente”.
De ser, así, Andrés Manuel, por qué tratas al ciudadano como menor de edad, por qué insistes en mentir y negar esa realidad que te abofetea todos los días, cuando te asumes víctima, insultado. ¡Pobre, presidente!
Sí, sí, pobre hombre, pobre padre que da consejos. Farol de la calle y oscuridad de su casa. En la mañanera da consejos:
“Por eso, a los jóvenes que quieren hacer política decirles: resistan las tentaciones del dinero, resistan las tentaciones del poder por el poder, no es llegar a toda costa, sin escrúpulos morales, dejando trozos de dignidad en el camino, porque cuando lleguen cualquiera les va a ningunear, no van a representar nada, les van a tener chantajeados”.
¡Ah!, pero no ha comulgado con el ejemplo y cuando acusan a sus hijos de traficar influencias, de ser coyotes que usan su nombre para vender favores y hacerse de dineros a trasmano.
“A ver, corrupción de mis hijos. ¿Pruebas? ¿Dónde están? Mis hijos no son corruptos. Y demuéstrenme lo contrario, los desafío, porque si no… Y además ya lo doy por asentado, son unos viles calumniadores nuestros adversarios del bloque conservador, porque así es la derecha en todo el mundo, son muy falsarios, muy hipócritas, muy corruptos, clasistas, racistas”, reta cual bravucón pese a que las pruebas son públicas y documentadas.
Sí, los tres hijos mayores, José Ramón, Andrés Manuel y Gonzalo Alonso “Bobby”. Coyotes de la misma loma, dueños del picaporte.
“Que mis hijos se están volviendo millonarios; nada más decir: no, pero pruébenlo”, insiste el licenciado López Obrador. Miente como respira; blofea.
Y qué de Mario Delgado, el gerente del Corporativo Morena y Socios, acusado de vínculos con el huachicol de gasolina que no pagó impuestos e ingresó, de Estados Unidos a México, por la frontera de Tamaulipas.
--Pues eso que lo resuelva él, pero es lo mismo. O sea, la calumnia, cuando no mancha, tizna, pero es algo que ya no funciona –zanja el licenciado presidente. No defiende a su escudero.
Y he ahí el caso de Rocío Nahle, candidata de Morena al gobierno de Veracruz. De ella, Andrés Manuel cita:
“Está, por ejemplo, Televisa, en una campaña abierta en contra de quien fue la secretaria de Energía de nuestro gobierno, no puedo decir más. Pero no presentan ninguna prueba, nada, todo es falso. Y la mayoría de los medios están en eso, es una vergüenza; no todos, afortunadamente”.
¿Ninguna prueba? ¿Todo es falso? El jefe se pone a salvo. Tiempos de deslindes. Que cada quien se defienda con sus uñas. ¿Ya ganaron? ¿Entonces por qué la preocupación? Se les apareció Santa Xóchitl y la Marea Rosa. ¿A poco no, Drakko?
MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN
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@sanchezlimon1