La emperatriz y el cuchillito de palo

Érase que se era una doctora que se entronizó en la fantasía de ser emperatriz por obra y gracia de su tutor. O sea…

Se la cree y pasea por plazas y salones, estudios y banquetas, espacios en los que repite y repite que, ya no le busquen chichis a las hormigas y pueden irse acostumbrando a dirigirse a ella como Vuestra Majestad.

Sí, señoras y señores. Sí. 

La candidata del oficialismo partidista que, el domingo 19 de mayo de 2024, ingresó plebeya al foro de la tevé y, dos horas después, crisálida se despojó de la falsa piel y apareció monarca nomás porque así lo dicta el guion propagandista.

Altiva, sobradita se apoltrona y dicta pauta a sus entrevistadores, a estos personajes que, en una mala noche --¿motu proprio? --, perdieron algo más que credibilidad porque se comportaron ñoños y olvidaron combatividad, fuerza en las preguntas dizque inteligentes líderes de opinión.

Y hete aquí que, el presunto cadáver tricolor que el oficialismo moreno ha paseado de discurso en discurso como trofeo del triunfo electoral de 2018, no es tal. Es fiambre, sí, correoso y listo para partírsela el próximo primer domingo de junio en las urnas.

Sí, sí, transitando el sexto año del sedicente gobierno de la 4T, el Partido Revolucionario Institucional (a) PRI despertó del letargo al que lo confinó, primero, Ernesto Zedillo Ponce de León y, luego, Enrique Peña Nieto merced a no desmentidos acuerdos que les dieron impunidad porque entregaron la Presidencia sin sonrojarse.

Mire usted. 

Esto sí es personal: “Yo lo viví”, como bautizó Eduardo “El Güero” Téllez Vargas a su columna de reminiscencias policiacas en El Universal Gráfico, de aquellos años de batallas contadas en tertulia de reporteros suplentes en Las Américas, La Mundial, La Reforma o El Negresco.

¿A poco no?

Pero, bueno, le refería que el PRI, al que el licenciado presidente y la Mafia del Joder dan por muerto y califican lastre que cifra permanencia en el mosaico político nacional asido a la coalición Fuerza y Corazón por México, está vivito y coleando, como citan los clásicos.

Lo cierto es que, de los tres partidos integrantes de la coalición opositora, el PRI es el único que tiene estructura en todo el país, incluso más que el PAN y el PRD juntos que, en cambio, tienen más simpatías que el Revolucionario Institucional, merced a la mala fama de sus más recientes dirigentes, incluso Alejandro Moreno.

Sí, la estructura se cuece aparte. 

Ayer jueves 23 de mayo lo demostró en un acto que, en espacio cerrado, reunió a más de tres centenas de simpatizantes, organizaciones vecinales y comerciantes de las colonias Lindavista y San Pedro Zacatenco, de la alcaldía Gustavo A. Madero, la misma que ha sufrido tres administraciones del infumable Francisco Chíguil Figueroa y su legisladora esposa.

Chíguil fue delegado en Gustavo A. Madero de 2006 a 2008, en junio de este año se separó del cargo dizque para no entorpecer las investigaciones de la tragedia provocada por un operativo policiaco en la discoteca New’s Devine que cobró la vida de 12 personas. El antro carecía de requisitos mínimos de seguridad.

Volvió a las andadas y repartió promesas para ser, a partir de 2018, alcalde en Gustavo A. Madero; reelegido en 2021. Vaya, vaya…

Estábamos en…

Esta reunión del priismo capitalino. Dirán los simpatizantes y apoyadores, fanáticos y otros etcéteras del Corporativo Morena y Asociados, que una reunión de ese tamaño la realizan en un tris y tienen razón. Solo que lo asistentes a este acto proselitista del PRI, puro PRI, no fueron acarreados ni en busca de gorras o playeras ni llaveros o chingaderitas.

Los tiempos han cambiado.

Es posible que Su Majestad Claudia Sheinbaum esté enterada de este tipo de reuniones que PAN, PRI y PRD realizan por separado en lugares cerrados, con militantes y simpatizantes que hacen la tarea a pie tierra y de puerta en puerta, o simplemente invitan a amigos y familiares a votar por la coalición cuya candidata a la Presidencia es Xóchitl Gálvez y, el nominado a la jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, Santiago Taboada.

Labor hormiga, alejados del bullicio y de la falsa sociedad.

¿Quiénes convocaron a esta reunión del priismo? 

Maricela Gastelú Userralde, Maribel Guadalupe Villaseñor Dávila, candidatas de la coalición Fuerza y Corazón por México a alcaldesa en Gustavo A. Madero y diputada federal por el Distrito 2 de la CDMX; y Ángel Gutiérrez Javier y Miguel Ángel Mancera, candidatos a diputado local y diputado federal por el Distrito 7 de la capital chilanga, respectivamente.

¿El PRI está muerto? ¡Já!

Mancera y Maricela encienden a la militancia y hacen compromisos que tienen el sello de campaña, pero son viables. No ofrecen espejitos, no. Ofrecen seguridad, servicios, apoyo a la educación y a las mujeres que trabajan, a los jóvenes para que dejen de ser ninis.

Maribel Guadalupe Villaseñor conoce los terrenos de la GAM, camina esas calles de colonias como Martín Carrera y la Díaz Mirón, la Unidad Aragón junto con Maricela y Adrianha Rangel Flores.

“Nosotras no ofrecemos despensas, no. Ofrecemos soluciones”, puntualiza Maribel y se asume “cuchillito de palo”, sí, de esos que no cortan, pero como joden hasta conseguir lo que se propone.

Y Miguel Ángel Mancera sabe lo suyo, las tablas de quien fue jefe de Gobierno de la Ciudad de México y senador perredista. Y este joven candidato a diputado local, Ángel Gutiérrez, político que tiene arraigo y el priismo que colma el salón ubicado en avenida Instituto Politécnico, aplaude y echa porras y se enciende en campaña.

Sí, sí. Fue una pincelada micro de lo macro que se vio el domingo en el Zócalo, con la Marea Rosa que colmó el corazón político de México y al que asistieron estos priistas de la GAM.

No están divididos, subrayan las y los candidatos. Maribel acusa: “nos amenazan y hasta avientan piedras los morenos. Nos tienen miedo, ya se van”, acota.

Maricela se suma al compromiso: “cuando ganemos vamos a volver a la calle, vamos a cumplirle a la ciudadanía”.

Así este priismo en un acto como los de hace no mucho tiempo, aunque la mayoría es de mujeres echadas para adelante, como Juanita Carbajal y María Gabriela Mandujano y quienes compartieron mesa con ellas. 

El PRI se moviliza, el partido al que la emperatriz de kermés resta importancia, pero es cuchillito de palo en esta alianza a la que el oficialismo despreciaba porque carecía de candidatos.

Y, ahora que los hay, que las hay, acusa que se fragua un golpe de estado, que la derecha conservadora no reconocerá la derrota. ¡Sopas!

Pero, sólo la emperatriz ha escurrido el bulto negándose a declarar que admitirá la derrota, en caso de que esta ocurra. Xóchitl acepta el reto y este priismo chilango le da apoyo total. ¿Quién tiene miedo? ¡Recáspita, Drakko! Digo.

MOISÉS SÁNCHEZ LIMÓN

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@sanchezlimon1