Miguel Ángel Mancera, jefe del GCDMX, dio a conocer la desaparición paulatina de los microbuses. En 2012, el funcionario había prometido la regularización de este transporte y nada. En esta ocasión será difícil que la ciudadanía se crea que los nefastos y odiados microbuses desaparecerán de las principales calles de la capital.
De acuerdo a los expertos, el transporte público de las grandes ciudades es uno de los servicios que determinan la calidad de vida de una comunidad, por lo que debe representar bienestar en términos de seguridad, eficiencia y comodidad. La CDMX no presenta ninguno de estos preceptos, al contrario su transporte es nefasto y por demás corriente.
Los microbuses son una expresión del salvajismo urbano: por un lado provocan accidentes en donde ha habido muertes de pasajeros y son violadores asiduos de toda normatividad vial. Además., maltratan a los usuarios.
De acuerdo a información del Departamento de Estadística del Instituto de Ciencias Forenses del TSJCDMX, asegura que las muertes por hechos de tránsito más comunes son los atropellamientos, choques, volcaduras y el excesivo número de unidades principalmente microbuses y taxis que circulan en la gran ciudad de México.
Estima la dependencia que en la CMDX fallecen aproximadamente 900 personas cada año en diversos accidentes de tránsito; de las cuales, el 60 % son atribuibles al transporte público citadino, principalmente a los taxis y los microbuses.
Será muy difícil que Mancera cumpla su promesa de desaparecer a los 30 mil microbuses que transportan 12 millones de pasajeros al día, cifra que representa el 58.9 por ciento de los viajes-persona- que se realizan. Esto simplemente quiere decir que la columna vertebral del sistema de transportación es este medio, pues el Metro transporta apenas 4.5 millones de pasajeros diarios.
¿Le alcanzará el tiempo a Mancera para sacar de circulación los micros?
Sucedidos Capitalinos
El Consejero Jurídico y de Servicios Legales del GCDMX, Manuel Granados, dio a conocer que la propuesta de Constitución de la Ciudad de México, impulsada por titular de la administración pública local, Miguel Ángel Mancera, tiene un 70 por ciento de avance. A pesar de que trabaja con infinidad de deficiencias y es un calvario para los millones de usuarios, el Metro no gastó 844 millones de pesos de su presupuesto.