Inmediatamente consumados los comicios del 7 de Junio pasados, con simultaneidad a Margarita Zavala y por así dictarlo el tiempo político, Miguel Ángel Mancera hizo pública su intención por integrarse a la carrera presidencial de 2018; con este antecedente, resulta no ser
una idea surgida de la espontaneidad, sino más bien una interesante estrategia, el anuncio que hiciera de renovar su gabinete el pasado 2 de Julio, exigiendo para tal efecto las renuncias a sus más cercanos colaboradores.
La misma medida implementada un par de meses atrás en el Gobierno de la presidenta chilena Michel Bachelet, dejó un saldo de nueve cambios dentro de la más alta cúpula de Gobierno en la Ciudad de México; y este reposicionamiento de la figura del Jefe de Gobierno Capitalino (pues esta la verdadera intención de los movimientos), busca ser sustentado a través de una sola acción: la reconciliación.
O al menos así lo trata demostrar Miguel Ángel Mancera, primero hacia dentro del PRD, pues en su nuevo gabinete da cabida a renombrados miembros de distintas corrientes amarillas (Manuel Granados y Héctor Serrano), también se muestra incluyente al dar cabida a actores que si bien son de otros colores, él estima necesaria su inclusión para subsanar asuntos como el de la línea 12 del metro (Jorge Gaviño) y finalmente, envía un mensaje abierto a todo estrato social haciendo uso del tema de la equidad de género, pues los tres cambios más importantes en su administración, recaerán sobre mujeres: Patricia Mercado (Ex candidata a la presidencia de México), nueva Secretaria de Gobierno; Alejandra Barrales (Actual Senadora), nueva Secretaria de Educación, y; Amalia García (Ex Gobernadora), nueva Secretaria del Trabajo.
Por otra parte, algo que tal vez Miguel Mancera no busque mostrar, pero que se deja entre ver con todos estos movimientos en su tablero de ajedrez, es que en efecto, está allanándose el camino para la contienda presidencial que ya viene, suscribiendo sus alianzas y dejando importantes migas en el camino que revelan quienes serán sus aliados, baste verse el caso de Patricia Mercado, quien con este movimiento se perfila como la próxima candidata de Miguel Mancera a sucederlo en el Gobierno de la Ciudad de México.
Para alguien que no es miembro del PRD (Mancera no se encuentra afiliado a este Instituto), los movimientos realizados por el hoy Jefe de Gobierno representan ser tal vez los más representativos desde que los chuchos se hicieran con las riendas del Sol Azteca, pero ello no significa en lo mas mínimo que los mismos resulten eficaces, pues en lo sucesivo, Miguel Ángel Mancera tendrá enfrentarse a dos muros inamovibles: el primero por supuesto, es el mismo PRD que dividido en huestes de todo tipo, difícilmente vera en el Jefe capitalino al elegido para reunificarlo y el segundo, aunque no es el PRD, también es de izquierda, me refiero, claro, a MORENA.