México, desde luego, no está exento a las afectaciones que acarrea la volatilidad del mercado financiero global, mismo que a últimas fechas ha entrado a una fase convulsiva, acentuada externamente por la crisis económica
de Grecia, (la cual tiene sus raíces desde 2001), y que cada día pone más en riesgo la credibilidad del euro; por el encarecimiento de las exportaciones que origina el fortalecimiento del dólar, y en últimos días, por la reciente devaluación del yuan, moneda del gigante asiático China, anunciada por el Banco Central de China y consistente en devaluar su moneda en casi un 2% frente al dólar, para abaratar sus exportaciones y dinamizar su economía, lo que significará una desaceleración económica para el otro gigante económico: Estados Unidos.
Sobre este contexto, y sin obviar en los actuales precios del petróleo y el encarecimiento del dólar, es posible afirmar que no tenemos efectos tan adversos en México, pues de entrada, aún no sufrimos un incremento en los precios. En ese entendido, cabe preguntarse: ¿Será que las Reformas Estructurales están ya trabajando? Como respuesta, tal vez podamos voltear a ver al fenómeno inflacionario el cual al día de hoy es menor al 3%, y las inversiones a nuestro país siguen llegando, tan sólo hace unos días, el propio directivo de una empresa muy fuerte en servicios, industria y semillas, al anunciar una inversión de 7 mil 200 millones de dólares en Jalisco, atribuyó su decisión, nada más y nada menos, que a éstas reformas, y a las facilidades encontradas en nuestro país.
Entonces, ¿las reformas han hecho de México un destino confiable para los inversionistas?, la respuesta es evidente. Sí. El gobierno Federal se ha mostrado previsor hasta este día, logrando retener la fuerte corriente que a nivel mundial ha arrasado en otras latitudes, a través del dique que conforman sus reformas, aprobadas diría yo, en el mejor de los tiempos.
En el terreno local, específicamente en el Estado de México, se realizan acciones encaminadas a seguir este ejemplo de resistencia y de empuje que marca la Federación, a mitad de la semana, dentro de la Sexta Sesión Ordinaria del Comité de Productividad del Estado de México, se firmó el Convenio de Participación entre el Instituto de Capacitación y Adiestramiento para el Trabajo Industrial (ICATI) y la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) con el que beneficiará a los trabajadores mexiquenses, afiliados a este sindicato.
Este acuerdo de voluntades, busca ante todo dotar a los agremiados de esta organización con una nueva herramienta que les permita encarar los desafíos que día a día impone la globalización y de los que hemos hablado en líneas posteriores, implantando una diversificación en sus actividades con miras a una mejor subsistencia; esta herramienta, se otorga a través de una capacitación extra, que a la postre se traduce en el incremento de sus ingresos. En este entendido, el Estado de México trabaja en conjunción con los fines del Gobierno Federal y México sigue en pie de resistencia.