Desde agosto de 2007 con la caída de bancos menores de inversión, comenzaron surgir los primeros indicios de lo que sería considerada como tal vez la mayor crisis mundial de todos los tiempos (superando la de 1929), me refiero a la gran recesión de 2008, misma
que afectó principalmente a los países más ricos y desarrollados del mundo y extendió sus efectos a naciones emergentes como la nuestra, las causas fueron entre otras, la mejora de los precios de las materias primas y la crisis de las hipotecas subprime en E.E.U.U. Sería finalmente la quiebra del Banco Lehman Brothers en Septiembre de 2008, el punto que daba inicio a la crisis en todo el orbe; México por su parte, anunció el 7 de Mayo de 2009 que entraba en recesión, esto a través de su entonces Secretario de Hacienda Agustín Carstens.
Hace algunos días, el mismo Carstens ahora Gobernador del Banco de México, hizo de conocimiento que las economías emergentes deben estar preparadas para enfrentar una potencial crisis, esto, ante el palpable deterioro de los mercados a causa principalmente de la desaceleración China, aunque otros factores como la caída de los precios del petróleo sin duda están presentes.
Ahora bien, ciertamente podríamos estar en la antesala de otra crisis global, con efectos tal vez más marcados para nuestro país que los dejados por la anterior y aunque debemos analizar la cuestión tomando muy en cuenta que este fenómeno no se está originando desde dentro, sino proviene del exterior. Válidamente nos podemos preguntar: ¿Ha tomado México las medidas necesarias para afrontar un contexto como el planteado?
La respuesta tal vez pueda ser contestada a través de este recuento, mismo que parte de una clasificación que divide a los actos del Gobierno Federal en un ámbito interno, como las 12 reformas estructurales aprobadas durante esta administración, mismas que conforman la primer línea de defensa previsora ante esta vicisitud y de las cuales la energética, la de telecomunicaciones y la financiera como lo menciona el presidente Enrique Peña Nieto, habrán de probarse realmente en breve; el recorte al gasto público, la reingeniería del presupuesto de este 2016, el no aumento de los impuestos y la inflación más baja de la historia del país. De manera externa, tenemos como ejemplo más reciente, la gira a Medio Oriente que dio como fruto la firma de convenios con las naciones visitadas en distintas materias y principalmente el indicio de una nueva relación con miras energéticas; a su vez, el termino de esa visita fue el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, donde el presidente promovió nuevamente a México como destino Global de Inversiones, y se logró refrendar el tratado de Comercio entre nuestro país y la Asociación Europea (Liechtenstein, Noruega, Suiza e Islandia).
En resumen, México se ha creado un blindaje para encarar una situación como la expuesta, la intensidad de la misma (de llegar a manifestarse), demostrará la efectividad de las previsiones tomadas por el gobierno mexicano, pero es un hecho que no se llegaría a la misma, sin haber tomado medida alguna.