Como primer acto relevante luego de su designación como nuevo Secretario de Hacienda, Jose Antonio Meade entregó a la Cámara Baja la propuesta del paquete económico 2017 (Ley de Ingresos, Presupuesto de Egresos y Criterios Generales de Política Económica) mismo que, en suma, puede considerarse austero y responsable.
En cuanto a egresos, como era de esperarse, habrá un recorte al gasto público, esta vez propuesto por la cantidad de 239 mil 700 millones de pesos, siendo las secretarias de Educación, Comunicaciones y Transportes, Turismo y SAGARPA las más acotadas, recordando cómo lo habíamos descrito en una entrega pasada, que hoy en día estos últimos dos sectores (turístico y el campo mexicano) generan más dividendos que el energético, esto por supuesto, a causa de la tendencia mundial que indica una lenta recuperación del crudo; de ahí que en nuevamente en este ejercicio a pesar del recorte al presupuesto de PEMEX por 100 mil millones de pesos, se hayan contratado las coberturas petroleras de 2017, garantizando un precio por barril de 42 dólares, para 250 millones de unidades.
Tratándose de ingresos, la iniciativa de ley presentada, como se había mencionado, no incluyó modificaciones, ni creación de nuevos impuestos, esto en seguimiento a la instrucción de que no sean los ciudadanos quienes tengan que apretarse el cinturón, sino el gobierno en turno. Se mantendrán en cambio, proyectos de amplia infraestructura, como la construcción del nuevo aeropuerto de la Ciudad de México, el Tren México – Toluca, y el tren eléctrico de Guadalajara; también se continuará con el recorte de 13 mil plazas burócratas y se ha autorizado finalmente la paulatina liberación de los precios de las gasolinas.
Será a más tardar el 20 de octubre el plazo para que la Cámara de Diputados apruebe la Ley de Ingresos de la Federación y la de Senadores tendrá hasta el final de ese mes para hacer lo propio, por su parte, el Presupuesto de Egresos (que solo es revisado por la Cámara Baja) podrá ser aprobado el 15 de noviembre.
El paquete económico para 2017 puede definirse como apegado a la realidad, pues responde a las exigencias que hoy en día se viven y una vez más opta por no lacerar de manera directa los bolsillos del ciudadano común, no por ello, como lo menciona el Secretario Meade pierde su sensibilidad social, porque, a pesar del recorte aludido: “no habrá beneficiario de un programa con padrón que de deje de recibir sus apoyos”.