Desde el Pacto por México firmado el 2 de Diciembre de 2012 ningún otro suceso había permitido unir sectores de tanta trascendencia en nuestro país; en aquella ocasión la necesidad de concordia surgió de dotar a México con herramientas politicas que le permitieran enfrentar una nueva realidad y hacer frente a tiempos que demandaban
su modernización, así, haciendo a un lado colores partidistas, surgieron las reformas estructurales del Gobierno del presidente Peña Nieto.
El inicio de este 2017 ha dado una razón más para que México vuelva a unirse: La economía de la Nación y en consecuencia la de las familias mexicanas. Ciertamente, el seguir lo dictado por los factores y tendencias internacionales, produjo en la liberación de los precios de los combustibles, fragilidad en el sentir social, ello de inmediato se hizo manifiesto de distintas maneras, por desgracia y como todos lo sabemos, se convirtió también en motivo para que actos de rapiña, vandalismo y violencia azotaran a México, siendo afectado de primera mano el sector empresarial y muchos miles de empleos.
Sin embargo, ese mismo entorno internacional augura más pruebas arduas a México a corto y mediano plazo, la más cercana esta justo en nuestro vecino del norte, Estados Unidos; pues a días de que Donald Trump tome posesión de su cargo, ya ha realizado los primeros actos de proteccionismo a su economía, pero que por desgracia buscan afectar la nuestra, me refiero a la perdida de inversiones en el sector automotriz a causa de la presión que con todo el dolo ha ejercido sobre esas empresas.
Luego entonces, con un panorama como este, México ha decidido organizarse y llegar a un acuerdo de voluntades que le permita sanar internamente, para luego poder hacer frente a los embates exteriores. Éste instrumento se anunció el día 9 de enero y se ha celebrado entre el Gobierno Federal y representantes empresariales, sindicales y campesinos, y tiene como objeto otorgar certidumbre a las familias mexicanas a través de los compromisos adquiridos por ambas partes.
Algunos de esos compromisos trascendentes son: Realizar las acciones necesarias tendientes a evitar el incremento injustificado a los precios de productos, especialmente los de la canasta básica, evitar también la escasez de alimentos y la suspensión de programas sociales prioritarios, apoyar la modernización del transporte público, además de cuidar la generación y conservación de los actuales empleos (para ello en 2017 comenzaran a operar nuevos estímulos fiscales), asimismo, de manera directa el Gobierno ya hace su parte al recortar 190 mil millones de su gasto.
Los tiempos obligan a hacer más con menos y a replegarse para que hombro a hombro los distintos factores de producción del Estado mexicano hoy firmantes y el propio Gobierno, emprendan una cruzada que, de seguridad a las familias de México, y que esto, sea la base del blindaje que necesitaremos para futuros retos globales.