A INTRANSIGENCIA DE MORENA

loblanco

Soy vecino del Municipio de Temoaya, el mismo, forma parte del Valle de Toluca y de una región indígena que alberga a la etnia Otomí, una de las más representativas en el Estado de México, baluarte de tradiciones, cultura y legua prehispánica, y vestigio de la grandeza

de un México que representa nuestras raíces; tierra habitada por hombres y mujeres que labran con el trabajo riguroso y honrado, el sendero que les conduce a dignificar sus vidas, a mejorar sus condiciones diarias, quienes en uso de nuestros derechos civiles y políticos, expresamos nuestra voluntad emitiendo su voto el pasado 4 de junio, a favor de las distintas fuerzas participantes en estos comicios: PAN, PRI, PRD, MORENA, etc.

  

El Valle de Toluca, forma parte de los más de 20 Distritos Electorales y de los 90 Municipios del Estado de México que dieran la victoria a una opción distinta a la abanderada por MORENA encabezada por DELFINA GOMEZ ALVAREZ, y hoy, los ciudadanos mexiquenses de estas demarcaciones han sido calificados por la senadora de este partido, por Campeche, Layda Sansores San Roman, como tepocatas y lagartijas debido a su nivel socioeconómico. “Edomex #fraudeelectoral @delfinagomeza gana en concentraciones urbanas y pierde en zonas de tepocatas y lagartijas con el voto del hambre”.  

  

Resulta difícil creer que una declaración como estas, provenga de un representante popular, pues ha sido concebida para lacerar precisamente al sector social que elige a los servidores públicos incluida la Senadora SANSORES SAN ROMAN; pero es aún más atípico, que la misma encuentre su origen en una legisladora de MORENA, quienes se dicen provenir de una ideología de izquierda, corriente caracterizada por hacer de las clases sociales necesitadas y vulnerables sus estandartes de campaña, “primero los pobres” pregonan en la búsqueda del voto y hoy que el mismo no ha beneficiado a sus candidatos, les condenan ofensivamente.

     Para la Senadora por MORENA Layda Sansores (actual Integrante de la Comisión de Derechos Humanos en la cámara alta), y quien es hija de Carlos Sansores Pérez “El negro”, ex líder nacional del PRI, Gobernador por ese partido en Campeche, así como presidente de la Cámara de Diputados y del Senado; el indígena, el campesino, el obrero, el hombre y la mujer que viven al día en el Estado de México y que no sufragaron a favor de su partido político, son calificados por ella, como “hambreados”.

Situación que ha conducido a un fenómeno sin precedentes, me refiero al cierre de filas de pueblos originarios a través de sus representantes o jefes supremos ante estas declaraciones, como por ejemplo el Martin García del pueblo Náhuatl y Julián Martínez Rocha del Mazahua, quienes ya interpusieron una denuncia ante el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (CONAPRED), con el fin de dar seguimiento a las declaraciones de la Senadora.

Sumándome a aquellos a quienes estas palabras han causado una notoria ofensa, solícito a título personal, una disculpa por parte de esta representante popular, pues no solo se trata del respeto que de manera individual se debe observar a cada ciudadano en razón de su posición económica, sino que ese respeto debe trascender a las decisiones que los mexiquenses expresaran en las urnas, y no debe ser truncado por la intransigencia de una de las fuerzas políticas participantes.

Ojalá que en próximos días, la senadora ofrezca una aclaración sobre este respecto tan airada y furibunda como lo son sus intervenciones en las tribunas del Senado de la Republica.