Ante las exigencias del presidente Norteamericano Donald Trump de que
nuestro país frene el flujo de migrantes principalmente provenientes de centroamericano a través de la frontera sur de México, también llevo al Gobierno Guatemalteco hace unos días a firmar el acuerdo de Tercer país, es decir que sus connacionales que quieran tramitar su legal estancia en Estados Unidos tendrán que esperar en su país de origen la respuesta y no como ocurre hoy en día, donde los solicitantes lo hacen en centros de detención de USA y otros en territorio mexicano en las estaciones del Instituto Nacional de Migración. A esto hay que sumar que a pesar de que el Srio de Estado Mike Pompeo se reunión con el canciller Marcelo Ebrard y se reconoció al trabajo que hacer el gobierno de la República sobre el tema, sigue la presión en cuanto a la probable imposición de aranceles del 5 % sobre los bienes mexicanos.
Las fuerzas de seguridad de México han logrado detener a cientos de migrantes y hemos comenzado a cambiar en nuestra percepción sobre la presencia de estos en ciertas zonas del país, como por ejemplo: Tapachula y Tuxtla Gutiérrez en Chiapas, el caso de más evidente es Baja California en Tijuana y Mexicali y finalmente en Piedras Negras Coahuila, donde se presenta un nivel de rechazo hacia los migrantes. Lo anterior lo respalda la encuesta del Washington Post publicada los días anteriores el 55% de los encuestados en México, quiere que los migrantes sean deportados y el 64% afirma que son una carga para el país.
Es cierto que el nivel de desempleo e inseguridad han crecido los últimos años en nuestro país, sin embargo, en este momento los mexicanos estamos mostrando una conducta incongruentes frente a los migrantes, porque por una parte victimizamos a los connacionales que se encuentran en Estados Unidos como ilegales, y exigimos al gobierno que los dejen trabajar, que respete a los “dreamers” y que les de la legalización, pero por otra estamos rechazando y maltratando a la gente que llega a México en busca de un refugio, en busca de un paso seguro hacia su destino, los Estados Unidos.
El gobierno federal en búsqueda de soluciones, este fin de semana el presidente Andrés Manuel López Obrador le sumo una acción más para atender el problema de origen que es la pobreza, en específico con Honduras y ya lo había hecho con El Salvador, a través del programa “Sembrando vidas” donde se entregaron a ambos gobiernos un apoyo económico para la creación de 20 mil empleos y de esta forma evitar la desbordada migración que se dio desde octubre del 2018.
La migración no se va a detener, con muro o sin muro en Estados Unidos, coincido en buscar soluciones que ayuden a la gente se quede en sus lugares de origen y si buscan transitar a territorio nacional el INM dependiente la Secretaria de Gobernación deberá hacerlo con el mayor orden posible.