Todos hemos escuchado o leído, que muchas personas perdieron sus trabajos durante la pandemia, pero al ver las cifras oficiales emitidas por el IMSS,
donde hablan de que, más de 900 mil personas dejaron de tener empleo formal y que muchos de ellos están trabajando en la informalidad (si bien les va), para salir adelante no solo ellos, o ellas, sino, sacar adelante a sus familias, es cuando este asunto resulta preocupante.
La reforma que se hiciera el año pasado para la contratación laboral directa, tras reforma en la ley de outsourcing, en materia de subcontratación, no ha dejado la migración como se esperaba, ya que no ha llegado ni siquiera a los tres millones de trabajadores, cuando los subcontratados registrados hasta el 2020 eran alrededor de 5 millones.
Norma Gabriela López Castañeda, que es la directora de Incorporación y Recaudación del IMSS, informó que se detuvo en este año el número de trabajadores que han pasado de un régimen de subcontratación a uno de contratación directa por su patrón; y algunos empresarios han optado por el pago de honorarios o el régimen de asimilados.
Recordemos que desde el año de 2012 nuestro país vivía un régimen de subcontratación llamada la Ley de Outsourcing, que era una práctica irregular, ya que existía un gran incumplimiento de las obligaciones con los trabajadores, por lo que el gobierno actual buscó erradicar esto reformando la Ley Federal del Trabajo de 2020.
Y fue el primero de septiembre del año pasado que entro en vigor, donde se prohíbe la subcontratación de personal, por lo que ninguna empresa puede poner a trabajar a sus empleados en otra empresa, es decir, la reforma terminó con esquemas laborales en que una persona trabajaba para una empresa, pero su contrato no es de esa, sino de otra; pero eso era lo de menos, sino que no tenían derecho a reparto de utilidades, aguinaldos, o en muchas ocasiones, ni las prestaciones de ley, que empleados de planta de las mismas, si tenían o tienen, como seguro social, Infonavit y sistema de pensión.
Así entre que la pandemia provocó que muchas empresas hicieran recortes de personal, y en otras jornadas laborales de medio tiempo, para evitar contagios, lo que generó una baja en la producción; aunado a ello la nueva ley, en el que el régimen de contratación que debe ser directa, los empresarios que contratan personal ahora tienen que con todos los derechos que la ley les otorga.
Y aunque el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, se ha pronunciado en el sentido de que sería viable el control de la pandemia en 2022, se requiere el apoyo a los líderes de países que no llegan todavía al 70% de la población vacunada, para lograr el objetivo; y así lograr que empresarios inviertan en países que se han visto afectados en su economía.
Los empresarios siguen teniendo escepticismo, por las diversas variantes que ha presentado el Covid-19; como en este año que se dispararon los contagios y con ello las incapacidades; por lo que las inversiones no se han dado en nuestro país para que con ello se generen fuentes de trabajo; aunado, así como mencioné al cambio de ley del outsourcing, ya que la contratación directa les genera altos costos y pagos al SAT e IMSS.