Más de 200 mil mujeres se incorporaron en el periodo abril-junio a la población ocupada, de acuerdo con la Encuesta
Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), retomando impulso principalmente en lo que concierne al sector servicios.
La encuesta arrojó datos como es que entre el segundo trimestre de 2022 y el segundo trimestre de 2023 se agregaron un millón 101 mil 313 personas a la población ocupada, lo que equivale a un crecimiento de 1.9 por ciento anual; dentro de los cuales ocho de cada diez nuevos empleos los ocupan mujeres.
En lo que corresponde al primer semestre de este año se agregaron a la economía 172 mil 637 empleos, con un incremento semestral de sólo 0.3 por ciento con respecto a 2022. Y son las mujeres las que encabezan en un 83 por ciento los empleos.
También especialistas reconocen que, de estos puestos, la mala noticia es que, no son empleos de calidad, reflejándose en la informalidad, además existe un aumento de mujeres que se emplean en micronegocios; y dentro de la tasa de informalidad laboral pasó de 55.8 a 55.9 por ciento, lo que representa 1.3 puntos porcentuales por arriba del nivel observado entre la población masculina.
Además, los expertos consideran que, si no se hacen acciones afirmativas, el trabajo para las mujeres seguirá mal remunerado, por lo que actualmente la informalidad se ubica en 13.3 millones de ellas.
La mayoría de los empleos de mujeres son en la manufactura con 223 mil 520; mientras que, de servicios diversos como esparcimiento, culturales y deportivos 198 mil 15; y en el comercio de 197 mil 857 nuevos empleos.
Como podemos observar cada vez la participación de la mujer en la vida laboral ya sea con trabajos informales o formales cada día es mayor ya que no podemos dejar de reconocer que el costo de la vida ha aumentado de forma considerable.
Por lo que ahora las mujeres además de atender los hogares, los hijos, tienen que aportar económicamente en sus casas para poder adquirir por lo menos los productos de la canasta básica; y pagar los gastos como renta, luz, gas y algunos extras entre ellos el internet; o bien las transformaciones de forma de vida de las mujeres en relación con la de sus madres o abuelas, las ha llevado a desarrollar actividades productivas.
En los resultados de la ENOE al cuarto trimestre del año pasado, en México 46 de cada 100 mujeres de 15 años y más trabajaron o buscaron trabajo, elevando así el número de mujeres económicamente activas.
Pero coincido que no es sólo sumar a más mujeres a la vida económica, sino de que sea garantizada su permanencia en los trabajos, que sean creados ambientes laborales seguros, en los que se les otorguen las prestaciones que marca la ley; por lo que los encargados del trabajo en México deben hacer un verdadero análisis de las necesidades y las condiciones de los trabajadores, para que todos cuenten con prestaciones y en especial que sea creado el seguro universal.
Eduardo Blanco