Con la eventual entrada en vigor de la ley SB4 “ley muestra tus papeles” de Texas, el presidente, Andrés Manuel López
Obrador, aseguró que no se quedará de brazos cruzados, ya que consideró que esa ley que permite a la policía y otras fuerzas de seguridad estatal encarcelar, arrestar y deportar a México a toda persona que se sospeche ser indocumentada.
La ley que primero fue autorizada por la Suprema Corte permitiendo su aplicación; fue suspendida posteriormente por tres jueces del Tribunal Federal del Quinto Circuito, mientras se evalúa su legalidad, causando alarma y protestas de los Poderes Ejecutivos tanto de Washington como de México.
Mientras la caza de migrantes es apoyada por el gobernador republicano, Gregg Abbott; horas después una instancia de apelaciones resolvió suspenderá para escuchar los alegatos.
Cabe señalar que las medidas de control migratorio siempre han sido una controversia, mucho antes de esta ley SB4, y la prueba de ello ha sido el gran incremento de muertes, en su mayoría de forma dramática en especial en los últimos tres años.
Por su parte, jueces federales en el mes de febrero ya había frenado esta ley, porque la consideraba inconstitucional, provocando apelaciones, sin embargo, por un breve tiempo fue autorizada por la Suprema Corte y se espera que los recursos que se van a interponer tengan el aval para que no sea procedente, porque en el breve lapso, pudimos ver ya la arbitrariedad de las fuerzas de la seguridad.
Sin embargo, el gobernador de Texas Abbott, ha resaltado que la invasión de migrantes indocumentados, se debe a que el gobierno federal no ha podido controlarlos y que por ello era necesario aplicar la Ley SB4, para poder arrestar, detener y deportar a migrantes.
Asimismo, el presidente de México dijo que no aceptará las deportaciones hechas por el gobierno de Texas y que le parece una norma injusta, contraria al derecho internacional, que es una ley draconiana, opuesta a los derechos humanos, anticristiana, injusta y violatoria de la Biblia; y que no le corresponde a un estado un derecho del fuero federal, y puntualizar “no nos quedaremos con los brazos cruzados”.
Por el momento los migrantes viven una angustia e inseguridad, ya que esta ley busca que policías estatales y locales puedan arrestar a cualquier persona que consideren sospechosa de haber cruzado ilegalmente a Texas y autorizar la repatriación exprés e imponer a reincidentes condenas de hasta 20 años de prisión.
Expertos y organizaciones de defensa de los derechos civiles, de los Estados Unidos, así como la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, están en desacuerdo, ya que la ley es dañina e inconstitucional, provocará que las comunidades de Texas sean menos seguras, sobrecargarán a las fuerzas del orden, pero sobre todo sembrarán caos y confusión en la frontera sur de su país.
Sin duda la decisión del gobierno texano viola la supremacía del gobierno federal, pues al aplicar una ley estatal, promueve el que cada estado puede tener sus propias leyes migratorias, lo cual no es viable, ya que como en México, las leyes federales están por encima de las estatales.
Eduardo Blanco