Hablar de más de dos millones de pobres muy pobres que están en serios problemas por falta de alimentos, empleo, casa, cuando se habla ya de más de 30 mil viviendas, jodidas, pero que eran los techos para dormir de los millones de pobres del Sur del país, cuando hablamos de las comunidades indígenas con costumbres y cultura distinta a los conceptos que tenemos, cuando se habla de formas de pensar y de actuar y comerciar y producir distintas, cuando no se entiende el concepto del totopo y la clayuda y el queso cuando hay y los frijoles y el camarón seco y el bordado y la forma de intercambiar para mantenerse, y cuando no se entiende la lengua ni se sabe el español, creo que la brecha es enorme y la visión que se debe tener es mayúscula para poder resolver. Aquí no valen los discursos cuando hay hambre y no hay techo ni forma de mantenerse, aquí no valen las palabras cuando no se entienden y se cruzan los conceptos y unos hablan de servicios y otros de casa pero ya o de techo y de forma de mantenerse y de maíz y de tortilla y de agua y no se podrá entender las formas comunitarias de colaborar entre ellos y de la forma en que se deben defender cuando no hay seguridad de nada, ni la seguridad social ni la seguridad pública, y entonces, se puede esperar lo peor, la violencia, la protesta y el estallido social.