A ver hasta cuando
Columna ¡QUE CONSTE,… LOS OLVIDADOS!
Es por esa vereda, no, la de allá, la de la piedra colorada, después vuelta a la media noche como si perdieras el rumbo y llegas al vallecito del chino, ahí donde los abuelos nos contaban que llegó hace muncho el chino, nadie sabe cómo se llamaba, solamente el