Movilidad

En estos días de relativo sosiego vehicular en la capital del país, resulta y resalta para cualquier “chilangolopolitano” o residente de la ciudad de México, el placer de la movilidad. Y, por supuesto, se tejen quimeras. Ojalá fuera la ciudad el oasis de estas horas. Sería increíble. Todo mejoraría, incluyendo en primer lugar y de manera notable el ánimo de la ciudadanía. Un tránsito aceptable, fluido, impactaría como pocas cosas





