Infiltrado en el equipo Monreal

En el quipo de Ricardo Monreal en el Senado no es descabellado suponer que tiene un infiltrado. No se puede explicar de otra manera el hecho de la rapidez

 con que la oposición encontró supuestas o reales irregularidades en el procedimiento para elegir el relevo para la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH).
No era la primera vez que se realizaba una votación de esa manera, con boletas depositadas en urna transparente, pero sí la primera en la que alguien creyó ver que el mismo Monreal había depositado dos boletas. La verdad, sin necesidad de revisar cuadro por cuadro el video o en cámara lenta, podía concluirse que su boleta se desplegaba al caer y producía un efecto que para más de uno era prueba de doble voto.
Pronto se cayó esa versión. El pitazo fue incierto, impreciso. La oposición no se tomó el tiempo necesario para corroborar el aviso recibido, seguramente por el origen que tenía, confiaron y de inmediato reprobaron el suceso, empezaron a darle difusión en redes sociales.
Sin embargo, la versión era falsa. Ricardo Monreal se encargó de exhibir el video en cámara lenta. Nunca depositó doble voto en la urna.
Muy poco tiempo después, la aclaración de la misma oposición de que el truco o fraude estaba en el conteo de votos y la asistencia de senadores en el salón de sesiones.
Había 116 senadores y solo se contaron 114 votos. La candidata Rosario Piedra Ibarra, según el anuncio oficial, sumó 76 votos. Con la cifra de 116 senadores, no alcanzaba la mayoría calificada. La logró con los números que dio la presidencia de la mesa directiva, 114 votos y 76 emitidos a favor de Rosario. Ahí estalló la protesta opositora. Oposición que nunca antes había revisado el video de votación como lo hizo esta vez.
Independientemente del resultado final del proceso en el Senado, huele a que el equipo de Ricardo Monreal tiene infiltrado o infiltrada.
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@zarateaz1