EL INE también se juega su futuro

Ha empezado la cuenta regresiva para las elecciones del 6 de junio. Menos de un mes. Los partidos van con todo, unos por preservar la mayoría en la Cámara de Diputados, otros por recuperarla. Los spots, como siempre, en el intercambio de lodo y desacreditaciones, pero en poco o nada van a influir en

el comportamiento de electores.

A estas alturas, los ciudadanos y ciudadanas, ya tienen decidido lo que harían con su voto. La evaluación de candidatos y partidos la tienen hecha desde hace rato, conocen perfectamente a los competidores, tanto a opositores como a representantes de la Cuarta Transformación. No hay propuestas ni caras nuevas, son las mismas. Están a la vista las acciones de quienes ahora gobiernan y no se olvidan las que llevaron a cabo los antecesores.

Puede ser que haya gente que no esté conforme con ninguna de las partes y decida anular su voto, pero serán los menos. Las posiciones están radicalizadas y nadie quiere desperdiciar la oportunidad de votar por su partido o alianza favorita el próximo mes.

La mezcolanza de la oposición no ha sido la más afortunada, porque no aclara su oferta, solo su objetivo de ganar al precio que sea. La Cuarta Transformación tampoco tiene el mejor escenario electoral, hay hechos que pueden influir a la hora de votar.

El árbitro, el INE, que dicen nunca queda bien con nadie, también se juega su futuro. Hay voces que anticipan su transformación de raíz. Equivocarse detonaría su renovación. Obligada su imparcialidad.

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@ zarateaz1

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