Las “Antenas” de la Senadora Malú Micher.

Como en el cuento de la Caperucita Rosa, una y otra vez la advertencia “ahí viene el lobo” y, no llegaba. Cuando por fin el mamífero carnicero decidió aparecer, ya nadie le hizo caso al que daba la voz de alerta. Algo similar sucedió con la salida de Olga Sánchez Cordero de la secretaría de Gobernación,

en distintas ocasiones medios y comunicadores dieron por hecho su renuncia. El día menos esperado la hizo efectiva.

La sorpresa es su llegada al Senado, directa a presidir la mesa directiva, cuando ya había proceso interno en el grupo mayoritario que coordina Ricardo Monreal para elegir a una de sus compañeras.

Vestidas y alborotadas quedaron quienes en los días previos disputaban el espacio para presidir los trabajos legislativos. Más de una estaba apuntada en la competencia interna: cinco.

Seguramente la única de esa quinteta que tenía sus “antenas” en funcionamiento y con la capacidad para enterarse de lo que venía fue la senadora Martha Lucía Micher.

Malú Micher, como le dicen sus compañeras y compañeros, tres días antes del anuncio oficial del regreso al Senado de Sánchez Cordero, declinó seguir en el proceso interno de elección de la presidenta de la mesa directiva.

Con suficientes cualidades y méritos para haber dado la pelea y hasta ganado, sus relaciones, contactos y avisos oportunos la hicieron retirarse de la competencia interna.

Demostró que sus “antenas” tienen alta sensibilidad para captar con oportunidad decisiones que se toman en las alturas.

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@zarateaz1

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