Era un personaje pragmático de la política nacional, directo, sin dejar de ser cauto en coyunturas controvertidas, como sucedió en su paso por la Secretaría
de Gobernación cuando estalló en Chiapas el movimiento zapatista; a la semana del conflicto salió de la dependencia. Nunca dio pormenores de lo que sabía del tema y el papel que jugó.
Tipo franco, llamaba a las cosas por su nombre; amiguero, senador y gobernador de su natal Chiapas. Hijo de Salomón González Blanco, quien también fue gobernador, ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación y secretario del Trabajo.
Se casó con Patricia Ortiz Mena, hija del prestigiado secretario de Hacienda Antonio Ortiz Mena.
Después de 60 años de militancia, en el 2020, dejó al PRI. La franqueza que lo caracterizaba lo llevó a tener amigos en la Cuarta Transformación. Fue reconocido como ambientalista.
José Patrocinio González-Blanco Garrido, su nombre completo, tuvo un sueño que no se le cumplió como quería. No lo ocultaba, lo decía a sus cercanos. Tenía la ilusión de terminar su carrera como embajador de México en el Reino Unido.
Patrocinio realizó estudios de maestría en Derecho y Economía en la famosa Universidad de Cambridge, estancia donde nació su admiración y afecto por la vida inglesa.
Murió el pasado 30 de noviembre, víctima de cáncer.
Los astros nunca se alinearon para cumplirle su sueño, al menos no de manera directa. Sin embargo, pudo ver a su hija menor Josefa González Ortiz, convertida en embajadora de México en el Reino Unido.
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