Si el actor mexicano Mauricio Islas hubiera sido acusado de violación en México, todavía estaría en prisión. Lo sabe, por eso, agradece que el episodio le haya sucedido en Estados Unidos,
donde pudo constatar que, allá, se tiene que demostrar que eres culpable y no solo por meros dichos o versiones que llegan a despegarse de la verdad. Allá, le quedó claro, eres inocente hasta que se demuestre lo contrario.
Durante el proceso fue tratado como inocente y se confirmó su inocencia. Recuperó la normalidad de su vida con su familia y trabajo no le ha faltado, participa en la actualidad en el programa “MarterChef” que transmite la televisora del Ajusco.
Mauricio ha resumido su historia con estas palabras:
“Agradezco mucho que me haya pasado en Estados Unidos porque ahí eres inocente hasta que te demuestren lo contrario y en México eres culpable hasta que demuestres tu inocencia; es bien fuerte porque todo mundo te juzga y tu estás en medio; yo, por ejemplo, decidí no hablar, vivir mi proceso, y el resultado es que estoy afuera, no perdí mi trabajo ”.
Lo que sucedió al actor Mauricio Islas debe de ser un caso más para la reflexión en México, para contribuir a revertir la imagen de que, en nuestro país, la presunción de inocencia solo es una expresión hueca, triste y dura realidad en la impartición de justicia.
En la búsqueda de un México más justo, la presunción de inocencia merece ir por delante.
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