Antes de que fuera Instituto Nacional Electoral (INE), funcionó como Instituto Federal Electoral (IFE) y el IFE pecó de
opacidad. Todavía no se desarrollaba la transparencia y para cualquier institución o dependencia era sencillo desentenderse de las solicitudes de información. Tan simple como negar su existencia.
Fue lo que hizo el IFE en la etapa presidida por Luis Carlos Ugalde Ramírez, de 2003 a 2007.
Se requirió al instituto información de los sueldos de los dirigentes nacionales de los partidos.
La primera respuesta del organismo es que no había nada al respecto. Se mantuvo por meses con esa posición. De nada sirvió el recurso de revisión ni posteriores reclamos.
No hay nada en los archivos, nada que tenga que ver con sueldos o ingresos de los dirigentes nacionales partidistas, repetía.
El argumento de que los partidos son entes públicos y que por lo tanto todo lo que hicieran tenía que ser registrado y fiscalizado, le valió gorro al IFE.
El caso llegó hasta la sala superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).
Cuando el asunto arribo a esa instancia, ya había pasado más de año y medio.
De no ser por la persistencia del ciudadano solicitante, hubiera prevalecido la negativa del IFE, que de alguna manera podía verse como defensa de los intereses de las cúpulas partidistas.
Después de tres meses, magistrados y magistradas integrantes de la sala superior del TEPJF ordenaron al IFE entregar la información y aparecieron los sueldos de los dirigentes nacionales.
Arturo Zárate Vite
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