El Senado parece operar como el juego “Melate”, cada día que pasa acumula, no dinero sino nombramientos pendientes.
Ya suma más de 100 que no ha podido aprobar por su incapacidad para alcanzar la mayoría calificada, el voto aprobatorio de las dos terceras partes de los asistentes a la sesión.
De nada sirve que los y las aspirantes cumplan los requisitos que exige la ley, si a la mera hora se atoran los nombramientos por falta de acuerdo.
En las semanas recientes, la Comisión de Justicia presentó al pleno la terna de mujeres de donde saldría la magistrada para la sala regional especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
No se consiguieron los votos necesarios, lo que llevó a la Suprema Corte de Justicia de la Nación a presentar una nueva terna, que hasta la fecha tampoco ha alcanzado el consenso.
También están pendientes los nombramientos de una magistrada y un magistrado para la sala superior del tribunal electoral. La oposición y la mayoría legislativa siguen sin ponerse de acuerdo.
Otro pendiente relevante es el nombramiento de la ministra que ocupará la plaza que dejó el renunciante Arturo Zaldívar. De antemano la oposición reprobó la terna propuesta por el Ejecutivo.
Ricardo Monreal acaba de anunciar su regreso al Senado y retomaría la coordinación de la bancada de Morena, una vez que su compañero Eduardo Ramírez se vaya a competir por la gubernatura de Chiapas.
Monreal también es corresponsable del rezago senatorial y no hay señales de que ahora vaya a tener éxito en las negociaciones.
Arturo Zárate Vite
@zarateaz1
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