Lo que nos puede suceder es que los políticos piensen que todos somos muy torpes. Hacer pasar como moralmente válido el hecho de que desde el uso del poder se puedan convertir en millonarios es pecar de abusivos. Tanto Barrales, como Anaya, y todos aquellos que acumulan propiedades y fortunas viven dentro de una burbuja,
incapaces de diferenciar entre moral y moras. La ética en estos personajes brilla por su ausencia, por ello se atreven a defender el que sean dueños de ranchos, de industrias, de casas que jamás llegarían a ser ocupadas por cualquiera de las millones de familias en México que subsisten con menos de seis mil pesos mensuales.
Le faltan el respeto a los ciudadanos cuando se justifican diciendo que palacios y riquezas son producto del sudor de su frente, que todo está en la vacilada del "3 de 3". Cuando se habla de corrupción y nos alarmamos por ocupar los primeros lugares en el mundo deberíamos atajar el funesto sello de poseer políticos que son lo contrario a la honestidad y honradez.
Nos debemos preguntar por qué en otras naciones, sus representantes populares, los miembros de gabinetes, líderes de partido, todas aquellas figuras públicas se someten a el escrutinio más enérgico de transparencia y rendición de cuentas.
En donde el mínimo error les significa la renuncia y el escarnio sino es que hasta la cárcel. Mientras que aquí se van llenando las gradas públicas de ladrones y cínicos.
¿Qué sucedería si Anaya o Barrales, si Duarte o Borge hubiesen nacido en Japón o Alemania? Allá las aduanas morales y éticas son estrictas en esos países, no debemos imaginar mucho el resultado pero aquí la genética tiene otra raíz. ¿Por qué debemos rendirnos ante esta especie de normalidad en donde líderes de partidos como Barrales, Anaya, falta saber de Ochoa del PRI, López Obrador, los mirreyes del verde, PT y demás son parte de esa camada de hombres y mujeres que rebosan riquezas, de poder, de privilegios muy por encima del resto de los mexicanos?Barrales, la luchadora social de izquierda puede pensar igual que una ama de casa desde el Olimpo de Miami, Anaya puede realmente combatir a los corrutos, siendo el un beneficiado por su paso por el poder, López Obrador puede explicar cómo se ha sostenido tres candidaturas a la presidencia sin más pesos que los de un partidito?
Debemos sacar conclusiones, debemos preguntarnos el por qué los priistas se tardaron tanto en ir por todos sus gobernadores corruptos.