Mikel Arriola metió la mano al avispero, se fue en contra de la comunidad lésbico gay, no sé si con tino o mal cálculo político, pero si alguien no conocía a Mikel, ahora es popular entre la tropa. Mancera ya respondió y los de la comunidad entraron en modo histeria...calma, nadie los ha amenazado ni los están enviando al infierno. Pero como en este proceso electoral se ha optado por irse por la orillita y evitan entrarle a los temas
gordos, es pertinente decir que ni todos los que habitamos la ciudad somos gays ni a todos nos interesa lo que se diga de ellos. Con todo respeto, a la ciudad le urgen otro tipo de desembocaduras en temas que poco tiene que ver con preferencias sexuales, y más bien nos angustian por su nivel de exposición como es la delincuencia o la catástrofe vehicular que todos los días los seremos humanos de esta capital padecemos. Me preocupa que cada que el tema gay es trepado a las ocho columnas existe una reacción desproporcionada en ese sector y en aquellos que creen escribir o defender lo políticamente correcto, está bien, cada quien sus agendas, pero a esta ciudad le apremian asuntos mucho más espinosos y que no reciben la estridencia necesaria como para generar debates serios. Se vuelve hasta molesto el que se dedique importancia a esto, mientras en la calle, en este instante, alguien es despojado de su celular, de su cartera o de su vida, que mexicanos , de la orientación sexual que sea, entierren sus minutos de existencia en medio de una marcha o paro, o la violencia cometida en contra de cientos de mujeres , del narco menudeo... No es una ciudad moderna aquella que dice defender los derechos de los gays o lesbianas, lo es aquella que en el juego más detallado de democracia acerca todos los satisfactores a sus ciudadanos, haciendo que la vida sea una de calidad y segura. Así que don Mikel, señor mancera, y las calladitas de Shiembaum y barrales, vayámosle poniendo seriedad a esto y expliquen como habrán de sacar del infierno en que a ratos se sumerge la urbe. Por qué de temas de gays y lesbis y otras supuestas minorías agraviadas ya estamos un poco cansados.