¿Alguien creía que Trump se había aquietado y retiraría el dedo del botón rojo? El del norte ya declaro la guerra arancelaria y en el paquete vamos la unión europea, cañada y nosotros. El aluminio y el acero son sus balas. La industria de autopartes, electrónica,
electrodomésticos, de la construcción, semi-conductor, la siderúrgica, alimentos enlatados y todo lo que lleve estos metales se verán seriamente afectados. El dólar, ya lo sabemos, se disparó, se pronostica un socavón en la economía de más de 25 mil millones de dólares, súmele que regiones acereras como lázaro cárdenas o Monclova se verán dañadas en el empleo...y por si fuera poco, la franja de negociación del TLC se achica al endurecerse la posición gringa, nosotros le responderemos con la misma medicina a los embutidos y arándanos, frutas, etc...se trata de una agresión pero que en el plano era pronosticable, pues Trump ha cumplido fielmente con su papel de gandalla de la región, borracho de cantina que se arropa en la soberbia de ser una potencia mundial, y con estos bueyes habremos de arar , tal y como se dice en el campo. Y con el TLC nonato estamos frente a un horizonte nada aragüeño , así que ya que andamos en elecciones sirva la trumpiana lección para dejar muy en claro que lo que está en juego para nosotros no son las frases ocurrentes de un candidato mesiánico y perdonavidas sino de la necesidad de fortalecernos con un gobierno que sepa llevar el timón de este país, el cual está ya en aguas turbulentas y que se pondrán peor, y la tragedia seria redonda si nos dejamos llevar por quien no tiene una bendita idea de lo que significa negociar con el prepotente de Washington, se requiere de muchísima visión y experiencia y no de quien diga que si el avión lo deja "pus ya no llego". Esta oportunidad queda ni pintada para colocarnos frente a la dura realidad. Una en la que los estados unidos nos intentan aplastar y nosotros debemos de mostrar mayor inteligencia y astucia. Pues una cosa es poner apodos, o repetir estribillos tontos sobre el avión presidencial que le vendería, aja, ¡cómo no!, a Trump y otra muy distinta es enfrentar a los tiburones de la casa blanca, responderles con creatividad y experiencia y mucha pero mucha firmeza. Gracias Trump por recordarnos que vamos a escoger a quien tendrás frente a ti para hablarte en tu mismo idioma, sin miedo y con los pelos de la burra en la mano. No un iluminado como tú, sino un mexicano muy cuerdo.