Ricardo Anaya si salió afectado por el caso Barreiro, la andanada de revelaciones sobre la existencia de una nave industrial en Querétaro le obligaron a buscar la esquina de protección y endurecer la guardia, Anaya dejo de soltar golpes, entro en pasividad, Meade
se acerca, pero no lo suficiente, si es que queremos creer en las encuestas, sin embargo , para muchos Anaya continua siendo el antídoto más efectivo en contra de Andrés Manuel, su apuesta a el voto útil le podría dar ese escalón, lo dicho, nada está escrito para nadie, en una de esas, Meade hace la hombrada y nos amanecemos con que está a decimas de los punteros, solo que Anaya es el que no ha bajado, se alentó, pero no se fue al barranco y en política no puedes dejar heridos, estos pueden regresar aún más fuertes, para ello se aparece el tercer debate, el que se especula, será la batalla final, lugar preparado para que se quemen las naves, Anaya para refrendar que es el que hace la tarea y posee la espada más elocuente, Meade para soltar el tutelaje priista y revelarse como el hombre preparado e independiente que dice ser y López Obrador, para seguir nadando de a muertito bajo su credo de que el ya gano y nada habrá de descarrilarlo...¿ que puede ofrecer Anaya para terminar de jalar a los espectadores? Porque hasta ahora se ha mostrado como un chavo preparado, pero sin una mayor plataforma ideológica, y esto se debe a que la coalición no le da forma para amasar un perfil único, vendible. Temas tan sensibles como el de la seguridad han sido tocados por él y los otros pero sin cambios radicales, sin propuestas sacudidoras y si su apuesta es el empleo de mayor tecnología y sistemas de inteligencia debe mostrar los cómo, para que nadie de los espectadores se quede con hambre de saber que sucederá con el negro panorama en México en materia de inseguridad y crímenes. Anaya debe machacar el tema de las gasolinas, elemento que lastima a millones de bolsillos, y no solo de los que tienen auto, sino de toda la cadena de consumo. Anaya debe dejar de preocuparse de si enrique peña nieto ya pacto con AMLO, tal y como lo asegurara su coordinador de campaña, Jorge g Castañeda, en todo caso quienes se tiene que preocupar son los del equipo de Meade. Anaya está en el imaginario de millones de indecisos, pero para hacer valer su mencionada capacidad e inteligencia está obligado a demostrarla con ideas, con creatividad, asegurando que él representa no solo la juventud sino el uso del sentido común para gobernarle queda poco a Anaya, poco para demostrar si solo fue una llamarada de pápate o la revelación política de este nuevo siglo.