Hace un año fue por los rumbos de Indios Verdes, zona norte de la ciudad, salida a Pachuca, Ecatepec, Ojo de Agua... La inundación fue apocalíptica. Solo faltó que alguien se ahogara...este año ha tocado la zona oriente, básicamente Iztapalapa,
Calzada Ignacio Zaragoza, ahí donde se encuentra el distribuidor vial de la concordia...varios municipios mexiquenses bajo el agua, en La Paz rescataron a grupos de niños que estaban en la acuática escuela. Para el próximo año, anótelo en su agenda, le tocara a ¿que punto le gusta? ¿Tlalpan?, ¿Salida Cuernavaca? ¿Pantitlán? ¿la Venustiano Carranza? ¿otra vez Ecatepec? ¿el aeropuerto? Parecería broma, pero esto de las inundaciones es mucho más pronosticable que un sismo y aun así nos pasa lo que nos pasa, autoridades rebasadas, ciudadanos braceando en amplias y sucias aguas que nos recuerdan que aquí, en la capital todo era lago y que por naturaleza las aguas regresan a su lugar de origen, y aquí, tal parece que nos gusta ser damnificados cíclicos. ¿desde hace cuantos años hemos escuchado de que este tipo de problemas serán solucionados? Y se siguen y seguirán presentándose porque aún no tenemos el número de ahogados suficientes, porque no ha pasado más que de autos averiados, transporte colapsado y miles de seres humanos mojados, pero cuando se trate de algo más que aguas negras entrando a la sala de nuestras casas, cuando se hable de fallecidos la cosa habrá de cambiar. Y créame, no necesitamos llegar a eso, a la versión chilanga de la película "El día después de mañana". Requerimos que ahora si se trabaje en un plan metropolitano, ojo, no solo de las autoridades de la Ciudad de México, sino del Estado de México, de esta gran región urbana y que se solucionen problemas que compartimos entre estas dos entidades. Lo que pega en Ecatepec o en los Reyes la Paz pega en la Gustavo A. Madero e Iztapalapa. Pero esto se entiende muy poco, la escasa visión y peor, el nulo trabajo y coordinación entre ambas entidades ha generado que no solo en temas de vialidad o inseguridad los ciudadanos vivan auténticos infiernos, sino que cuando la lluvia toca el suelo el caos se democratiza y todos a tragar aguas negras, debemos compartir soluciones en ingeniería hidráulica, en desazolve, pues mientras aquí vemos camiones vector destapando drenajes, en los municipios mexiquenses no se hace ese trabajo, o al revés, allá dan mantenimiento a los colectores, aquí los tapamos con toneladas de basura. Cheque Ud., el desastre que se ve en las calles y avenidas que conectan a la Ciudad de México con el Estado de México, esa tierra de nadie, se da, pero debajo de nuestros pies, en el sistema de drenaje de la región metropolitana. Pero como esto implica mucha voluntad política y mucho dinero, sentémonos a esperar el siguiente diluvio y cuando el desastre adquiera dimensiones apocalípticas, solo así habremos de ver la película de las grandes promesas y soluciones.