“Gobernar es más difícil que ganar una elección”. Con esta sentencia se arranca un conocedor de México, el ex zar antidrogas Barry Richard McCaffrey.
El funcionario ofreció una entrevista a El Sol de México, su visión no es despreciable, y no creo que venga a hacer campaña a favor del próximo presidente, más bien nos pone el dedo en la herida, la ansiedad, muy entendible, de los mexicanos por encontrar a el gran tlatoani que nos sacará del inframundo y nos devolverá la grandeza.
Eso no ocurrirá, lamentamos advertir que Andrés López Obrador no ira más allá que sus antecesores, pero podría colocar los cimientos de algo distinto y eso marcaría una diferencia sensible, pero como en este país nos cuesta mucho eso de tener paciencia para esperar los resultados lamentablemente iremos minando la estructura del gobierno de AMLO.
Y no es un calculo político, no. Aqui, hasta un estudiante de ciencia políticas sabría que los ciclos de los gobiernos en el país han sido históricamente los mismos, la sociedad tiene estómago para subirse a esta montaña rusa de las emociones , y que lo que un día aplaudió a rabiar, al otro intentará derrumbar lo coreado.
He sido un crítico, como muchos, de AMLO. Sus decisiones, insisto, tienen una carga de populismo a rabiar, considero que es el político mas astuto de tiempos recientes.
Claro que preocupa el que descanse algunas decisiones en figuras tan engañosas como la consulta, pero de ahí a buscar el derrumbe de un proyecto, eso, sería muy peligroso para todos, y lo diré por lo claro: La historia en México no engaña, somos una de las naciones más ricas del planeta, pero condenada a la mediocridad por el sencillo hecho de no saber cómo darle continuidad a lo bueno.
Los mexicanos estamos habituados a anteponer nuestros intereses personales antes que el bien del país, y eso se refleja en la clase política, una de las mas torcidas del mundo, con escasos personajes capaces de ser llamados patriotas, pero el resto son una salvaje ola de ambiciosos.
¿No es la política en México el mejor vehículo para hacerse rico y poderoso? Y por la razón que sea, hartazgo, castigo, venganza, rencor de un grueso de la sociedad, es que ganó de manera aplastante Morena.
Andrés Manuel López, parta decirlo sin tapujos, deberá traer la consistencia del uso del sentido común, pero que nada se alcanzará teniendo la misma filosofía de juego, la de tratar de obtener resultados milagrosos, de un día para otro.
A los mexicanos nos hace falta entender que para que algo cambie, primero se da la transformación asimismo, pero como eso cuesta tanto, lamentamos decir que todo seguirá igual, en el mismo carnaval trágico cómico mexicano.