La gendarmería nacional propuesta por López Obrador no es ni nueva, ni se descubre una fórmula mágica, desde el porfirismo. El
tema de la pacificación ha pasado por el control total de los cuerpos policíacos por parte del mandatario en turno.
El temido cuerpo de rurales, con raíces en una propuesta juarista; fungió como vigía y protectora de diligencias y el transporte de carga, claro que para los usos y costumbres de los dos oaxaqueños, don Benito y don Porfirio, todo se resolvía con la ley fuga, o sea, una dotación de balazos a quien saliera huyendo.
Dígame si no se habría de pacificar el país, don Benito lo impulso y Díaz Mori le dio forma y así gobernó sus más de 30 años.
Hoy los tiempos son distintos, y habremos de ser muy cautelosos en cuanto a los límites y poder de esta figura, pero sobre todo ser concientes que ninguna voz como la de Amnistía Internacional ni de Human Rigth Watch poseen calidad moral ni pública para venir a decir, tal y como ocurrió con Calderón y Peña Nieto, y ahora con AMLO, que la fuerza de la gendarmería atenta contra el universo de los derechos humanos, ¿derecho de quién? ¿de los criminales que destazan, secuestran, violan, extorsionan y arremeten a balazos contra familias enteras?
Los oscuros intereses de algunos organismos con membrete de defensorías humanas tanto nacionales como internacionales han fungido como los mayores generadores de daño de nuestras fuerzas armadas, cabilderos en foros internacionales buscando desprestigiar todo acto de soldados y marinos.
Sería bueno que estas cabezas, las de HRW y AI confesaran quién o quiénes patrocinan su nada barata actividad y el por qué dentro de sus objetivos se encuentran nuestra fuerzas federales y no, por ejemplo, el catálogo de atrocidades del ejército de los Estados Unidos y sus operaciones secretas en Medio Oriente.
¿Por qué HRW y AI no fueron enérgicas cuando el gobierno de Obama vendió armas al “Chapo”, bajo el disfraz de la operación “rápido y furioso”?
De una vez por todas sepámoslo: El gobierno de AMLO no podrá avanzar en la propuesta de pacificación sin llenar el requisito de una mayor y mejor fuerza federal, compuesta por soldados, marinos, pilotos, y lo mejor de la Policía Federal.
Si quiere usted, un plan con esteroides, pero uno que trae la vacuna en la mano. Sepamoslo, habrá más resistencia, tanto de los carteles, los cuales no están viendo con confianza eso de la amnistía.
Queda pues, la otra pared del sandwich , que es el endurecimiento del estado, con más efectivos y más armas. o que? en serio creen que los narcos organizarán una fiesta de recepción al nuevo gobierno, y que a partir del primero de diciembre lanzaremos globos y serpentinas. No, lamentablemente no será así.