Son muchos los que se han quejado, servidores públicos no solo de altos rangos, sino de todos los niveles, se
lamentan por lo que están viviendo, por el maltrato, por la prepotencia de los que llegaron, no solo es la mala cara, sino esa especie de rencor que se refleja en agresiones, en un goteo constante de actitudes que lastiman.
Este ambiente se presenta tanto en lo federal como en lo local, aquí, en el gobierno de la ciudad se vive esa tensión. Han llegado las tropas de morena, ocupan plazas, reciben cargos y oficinas, y abriendo la puerta de sus despachos se hacen notar por una especia de arrogancia-prepotencia-aires de perdonavidas que lastiman a quienes estarán bajo su cargo, son muchos los que se han quejado, el sentimiento de abandono, de desprotección está enfermando a cuerpos enteros de funcionarios.
A este su servidor han llegado casos en donde lastimosamente se da estatura de delincuentes a quienes hoy, por necesidad deben aguantar a los neófitos que llegan, pues la sustitución del talento y la experiencia se da con la prepotencia de quien cree que llega a descubrir el halo mágico que salvará al podrido sistema burocrático de la nación. Se equivocan los que llegan, sea el área que sea, el virus de la sobrevaloración ahí está, no lo ocultan, y le digo que se equivocan, primero, porque los que llegan no lo hacen por que hayan sido los mejores, sino porque la ciudadanía, y con mucha razón, se cansó de los que estaban y decidieron castigarlos, pero en el pecado esta la penitencia, pues con este salto electoral se abrieron las puertas a muchos que desde las sombras acumularon rencores y que hoy fraguan la catarsis de vengarse con el que se les atraviese.
Esto no se vale, el que un jefe, recién desempacado de morena, se haga de una posición sembrando terror, amenazando a los que ahí están, acusándolos de corruptos sin mayores pruebas, alimentando cacerías, no le dará la estatura suficiente para ser un buen servidor público. La jefa de gobierno Claudia Sheinbaum se precia por ser una mujer inteligente y educada, inimaginable que permita el maltrato entre los miembros de su equipo, pero hacia abajo, en los otros escalones el imperio del terror se han instalado ¿ se habrá preguntado que con su arribo se permitiría el acoso laboral y la destrucción psicológica de cientos de miles de servidores públicos de la ciudad?, aguas, a estos flamantes funcionarios de morena se les olvida que así como llegaron se pueden ir. Porque la vida es una tómbola.