¿Cuesta muy caro realizar elecciones? Con esta pregunta, muy mañanero el presidente AMLO, sube a palestra un
asunto que no podemos negar tiene la mayor importancia lo costoso de nuestros procesos electorales.
Con esto, AMLO se da un giro mediático y deja con enormes dudas sobre el tema de los bonos del NAICM y hasta el pleito con la SCJN para encallar en las playas del INE, el cual, para los que han seguido los comentarios “en el picotazo político” darán la razón que cada que se avecina una aduana electoral señalamos aquello de “democracia a la mexicana ” o “democracia disfuncional”, la cual es impulsada por los partidos políticos para legitimar su presencia en el tablero.
El juego , por la naturaleza del descredito con el que los políticos fundan su presencia requiere, siempre ha requerido, de un organismo, mal llamado autónomo, ( quien puede decirse autónomo si el dinero te lo dan los partidos políticos, mismos que desde el congreso determinan lo que habrán de gastar esos partidos!!!) , las cantidades de dinero que se arrojan significan un tremendo dispendio que en muy poco se refleja si nos atrevemos a traducirlo en resultados.
Repetiré lo que tantas veces he dicho si la democracia mexicana fuese una empresa y nosotros estuviésemos pagando por los servicios de la misma, viviríamos defraudados por los escasos resultados en todas las materias, pues el resultado de esa democracia es de absoluta burla es muy cara comparada con el país que tenemos.
Amlo ya puso el dedo en la llaga, falta ver si su deseo es vocación real por acotar ese dispendio o sencillamente está buscando debilitar al INE y el resto de los partidos políticos y dejar en clara ventaja a su partido, pero ese es otro tema lo que si deberá ser revisado , mas allá de lo oneroso de nuestro sistema electoral, es esa otra autopista que se ensambla a la par de todas las elecciones, la del dinero no contabilizado y que mueve la enorme maquinaria de compra de votos, porque si algo es real, es que cada que se da el banderazo con vistas a las urnas arranca la feria del dinero, mucho de dudosa procedencia, con actores que aportan multimillonarias cantidades y que poseen un peso efectivo para determinar el triunfo o la derrota de alguien.
Dinero huachicolero o del narco, de empresarios que apuestan fuerte, de políticos que fueron acumulando riquezas y que saben que de sus inversiones depende su supervivencia.
Todos estos elementos orbitan alrededor de una contienda electoral, y se convierten en una supra institución capaz de mover todo tipo de piezas, y no solo es el que un órgano como el INE y sus promotores los partidos políticos armen ese es el reto, y si el presidente AMLO lo dijo, obligado está en ir al fondo de las cañerías electorales.