¡Adiós agenda nacional y sus temas espinosos e indigestos para este gobierno,
bienvenida la madre de todos los guiones: El coronavirus!
Y Ud. que me escucha me dirá que no juegue con eso, y tiene razón, se debe, se tiene que atender a este patógeno asiático con toda la seriedad del caso, y nadie puede ignorar lo que el presidente AMLO dicte o instruya para que los mexicanos no caigamos muertos al primer estornudo.
Es más, lo que estamos viendo por parte de las autoridades de Salud es lo correcto y toda la sociedad debemos aplicarnos en la tarea de no descuidarnos en lo más mínimo.
De aplauso esta primera reacción, hasta la doctora Sheinbaum le ha entrado con prontitud y mucha seriedad, faltaba más.
Solo que irnos a refugiar en la infaltable psicosis y cantar el fin del mundo, pues eso no. Vamos cuidándonos pero también vamos atendiendo lo que ya traemos arrastrando como país, un ojo al gato y otro al garabato, pues los jinetes gripientos del Apocalipsis no solo traen escurrimiento nasal, sino que nos han venido recetando una lastimosa parálisis económica que, esa sí, ha provocado que varios millones de mexicanos enfermen por las brutales dosis de estrés... ¿cuántos padres de familia han caído víctimas de toda la galería de padecimientos y trastornos provocados por haberse quedado sin empleo?...
Perdóneme si soy aguafiestas, pero en lo que nos ponemos los cubrebocas bien haría el gobierno en no soltar esa otra puerta, la que queremos se abra y nos diga si con todo y pandemia podríamos aspirar por lo menos a una pequeña recuperación de la economía.
O algo más urgente, si de pura casualidad ya encontraron la manera de atajar la metralla de agresiones en contra de nuestros niños y niñas, de las mujeres. Digo, se vale recordarles que esa era la película que estábamos observando, ahora bien, el desagradable invitado ya llegó, el coronavirus hará que la narrativa de gobierno cambie, e insisto, lo que tracen nuestras autoridades estará bien hecho y nosotros deberemos cumplir con acatar instrucciones y a cuidarnos todos, pero por favor, (va a ser mucho pedir, lo sé) por favor, que el famoso virus y su potencial contiagadero no les sirva para aventar debajo de la alfombra todos esos tumores cancerosos que se resisten a atender, digo, ahí se los encargamos.
Y en todo menos jocoso y atendiendo todo lo que instruya el presidente AMLO, es necesario no dejar de estar atento al desarrollo y medidas de prevención que las autoridades de Salud federales y locales nos dicten.
Hagamos caso y atendamos lo que se debe, pero sin caer en escenas de histeria, no se vale apanicarse, pero tampoco descuidarse.
Que necesitamos nuestros anticuerpos para resolver esos otros asuntos de la agenda nacional, y el tal coronavirus no puede llegar a distraernos.